Desde aquella mítica campaña publicitaria de “sufro en silencio las hemorroides” comenzó a hacerse más normal hablar de estas temidas compañeras. Las hemorroides son inflamaciones de las venas del recto y el ano que suelen producirse como consecuencia del esfuerzo para evacuar el intestino, aunque pueden ser causadas por otros factores como el embarazo, el estreñimiento crónico, la diarrea o el envejecimiento.
El principal síntoma de las hemorroides es el dolor alrededor del ano y sangre roja brillante en las heces, en el papel higiénico o en el inodoro (retrete). Otras causas de sangrado anal o rectal incluyen un cáncer colorrectal o anal, por lo que en caso de mínima duda acude a tu médico.
El tratamiento suele incluir baños tibios y cremas locales, aunque si es un caso complicado puede ser necesario recurrir a cirugía u otros tratamientos. Para evitar su aparición, los especialistas recomiendan:
- Mantener una buena higiene anal.
- Añadir mayor ingesta de fibra a través de verduras, frutas y pan integral.
- Beber al menos 2 litros de agua al día.
- Cuando las diarreas aparezcan, acudir al médico.
- Evitar alimentos muy sazonadas, picantes y grasos.
- No obligar la evacuación, ni permanecer por largos periodos en el esfuerzo.
- Mantener un peso corporal adecuado.
- Evitar el sedentarismo, hacer ejercicio por lo menos tres veces a la semana para mejorar la circulación.
- Evitar la ropa muy apretada.
- No hay que limpiarse demasiado fuerte con el papel higiénico; no obstante, es obligatorio cuidar la higiene para evitar inflamaciones e infecciones. El uso de agua para asearse, como hacen en los países árabes, explica en parte que se den menos casos de hemorroides.
- Acudir al especialista para recibir un diagnóstico oportuno y adecuado es la diferencia entre una curación efectiva o permanecer con las hemorroides con los riesgos y molestias que esta conlleva.