El ejercicio físico puede reducir un 22% el riesgo de padecer cáncer renal

riñones dañados

El cáncer renal es el séptimo tumor más común en España y se estima que durante este año se diagnosticarán 7.300 nuevos casos.

La Alianza Merck-Pfizer apoya a la Federación Nacional ALCER y se suma a la campaña internacional “Necesitamos hablar sobre el ejercicio físico” para concienciar sobre los beneficios de la actividad física a la hora de prevenir el cáncer renal y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Con motivo del Día Mundial del Cáncer Renal, la Alianza Merck-Pfizer apoya a la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), sumándose a la campaña de concienciación “Necesitamos hablar sobre el ejercicio físico”, impulsada por la Coalición Internacional del Cáncer Renal (IKCC, por sus siglas en inglés). El lema de este año pretende poner de relieve la importancia que tiene la actividad física tanto para prevenir el cáncer renal como para mejorar la calidad de vida de las personas que ya padecen este tumor.

Un estilo de vida activo puede reducir el riesgo de padecer cáncer de riñón hasta en un 22%. Según la IKCC.

Asimismo, en las personas que ya sufren este enfermedad, realizar ejercicio físico moderado puede mejorar los resultados de su tratamiento hasta en un 15%, además de reducir la fatiga relacionada con el cáncer, la ansiedad y la depresión. Como explica el Dr. Pablo Gajate, especialista en la Unidad de Tumores Genitourinarios y Endocrinos del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, “desde la consulta, siempre se anima al paciente a realizar una actividad física moderada, lo que le va a permitir lograr una mejor calidad de vida, no solo en su aspecto físico, sino también a nivel psicológico y emocional. Está demostrado que una mejor capacidad física en los pacientes ayuda a prevenir y manejar los efectos secundarios y complicaciones que puedan aparecer a lo largo del tratamiento de esta enfermedad».

En la misma línea, Juan Carlos Julián Mauro, director de la Federación Nacional ALCER, explica que “los factores de riesgo más notables en este tipo de tumor son el tabaco, la obesidad y la hipertensión. Todos ellos se pueden combatir con hábitos adecuados de ejercicio físico, siempre adaptados a la situación de cada persona”. A lo que añade que “para aquellos a quienes ya se les ha diagnosticado cáncer de riñón, el ejercicio físico adaptado también está aconsejado y puede suponer notables beneficios independientemente de la edad de la persona y de la etapa de la enfermedad”.

Tres de cada cuatro pacientes con cáncer renal no realiza ningún tipo de ejercicio físico.

Como añade el Dr. Pablo Gajate, la actividad deportiva tiene que estar siempre supervisada por un profesional e incluir “actividades de resistencia para mejorar la capacidad cardiovascular, como caminar o correr; ejercicios que ayuden a mantener el tono muscular, como pesas, pilates o yoga; y también ejercicios de estiramientos”.

Por su parte, Jon Onaindia, paciente de cáncer de riñón, asegura que “una vez diagnosticada la enfermedad, es fundamental tener una actitud positiva y salud emocional para afrontarla, aceptarla y aprender a convivir con ella. El entorno familiar y los equipos médicos siempre nos acompañan. También es necesario contar con hábitos de vida saludables, como el ejercicio físico y una dieta equilibrada”.

Una vez más, y con motivo del Día Mundial del Cáncer Renal, la Alianza MerckPfizer unifica sus fuerzas para apoyar y dar visibilidad a los pacientes y profesionales sanitarios, así como aumentar el conocimiento en torno al cáncer renal por parte de la sociedad general.