«Las farmacias como aulas de salud son fundamentales para la educación sanitaria de los pacientes»

Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos

Entrevista a Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos (CGCOF)

Instituto ProPatiens entrevista a  Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), para analizar la respuesta que se está dando desde la farmacia a la crisis de la Covid-19 y la relación de la profesión con los pacientes.

Pregunta. Los pacientes siempre han mostrado alta estima y consideración por la labor, cercanía y confianza de los farmacéuticos (una de las profesiones mejor valoradas siempre). ¿Cree que incluso esa percepción sale más reforzada si cabe en esta pandemia?

Jesús Aguilar. Sin duda, y así se reflejó en una encuesta que hicimos junto a la consultora GAD3 en el mes de mayo y que puso de manifiesto que más del 90% de la población reconocía el servicio público prestado por las farmacias durante la crisis. El mismo estudio reflejó que la confianza de la sociedad española hacia los farmacéuticos es prácticamente unánime (98%), junto con la veracidad de la información facilitada y la calidad en la atención recibida (94%).

P. Son múltiples las funciones que realizan las farmacias en esta crisis. Todas ellas tienen un buen resumen en el lema ‘La cruz verde de la farmacia no se apaga’, ¿tampoco estos meses?

J. Aguilar. En estos meses ha quedado más patente que la cruz de la farmacia no se apaga, los farmacéuticos lo han dado todo, han ido más allá de lo profesionalmente exigible en todos sus ámbitos de actuación: los farmacéuticos comunitarios, los hospitalarios, los analistas clínicos, quienes trabajen en la investigación, los de la industria y distribución farmacéutica y los de Salud Pública. Desgraciadamente 22 compañeros han perdido la vida en el ejercicio de sus responsabilidad sanitaria y a ellos rendiremos homenaje reconociéndoles con la máxima distinción de la profesión farmacéutica, las Medallas del Consejo General.

P. Ante el cierre de los centros de salud (en especial en el primer estado de alarma), ¿han podido encontrar los pacientes respuestas y sus soluciones a sus necesidades en la red de farmacias?

J. Aguilar. Las farmacias están absorbiendo gran parte de la presión asistencial a que está sometida la atención primaria y hospitalaria. Así, los farmacéuticos comunitarios están tratando muchos problemas de salud y síntomas menores y derivando al médico cuando es necesario. Además, la renovación de las prescripciones de pacientes crónicos ha conseguido reducir las vistas a los centros de salud, evitando desplazamientos innecesarios y riesgo de contagio y garantizando la continuidad de los tratamientos.

«Generamos un protocolo para que los pacientes vulnerables o en cuarentena no suspendieran sus tratamientos»

P. ¿Qué actuaciones de las realizadas en el marco de esta crisis por las farmacias considera que serían beneficiosas para los pacientes si se mantienen más allá de ella? 

J. Aguilar. La pandemia ha demostrado que la farmacia puede asumir muchas responsabilidades que contribuirían a mejorar la asistencia sanitaria y la sostenibilidad del sistema. La receta electrónica ya ofreció datos positivos en este sentido desde que se implantó y su renovación estos meses ha venido a confirmarlos. En cuanto a la atención domiciliaria, generamos un protocolo para que aquellos pacientes vulnerables, en cuarentena o aislados, no suspendieran sus tratamientos, y que el farmacéutico facilitara medicamentos en los hogares y, en caso de que no pudiera prestar ese servicio, ayudándose con Cruz Roja y Cáritas. Solo durante el primer mes de confinamiento se beneficiaron más de 850.000 pacientes.

P. Al margen de la Covid-19, ¿cómo se fomenta la educación sanitaria a la población desde la Organización Farmacéutica Colegial y la red de farmacias?

J. Aguilar. Las 22.102 farmacias representan una verdadera red de aulas de salud por las que pasan más de 2,3 millones de ciudadanos al día a los que se forma e informa. Así, cada año las farmacias ofrecen 262 millones de consejos sanitarios sin que se dispense ningún medicamento, lo que contribuye a la sostenibilidad del sistema sanitario. Además, son constantes las campañas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad que desarrollamos junto a otros profesionales sanitarios, los pacientes y las administraciones, y que contribuyen a generar una sociedad más sana. Quiero destacar en este sentido la inmensa cantidad de información dirigida a los ciudadanos que estamos generando en esta pandemia en forma de infografías, vídeos, documentos de pregunta-respuesta, además de toda la que nuestros expertos proporcionan a través de los medios de comunicación. 

P. Uno de los principales ‘puntos negros’ del Sistema Nacional de Salud y su sostenibilidad es la falta de adherencia a los medicamentos, en especial en pacientes crónicos. ¿Cómo se intenta revertir este problema desde la profesión farmacéutica?

J. Aguilar. La adherencia a los tratamientos es un problema en todo el mundo con enormes consecuencias sanitarias y económicas y, por ello, representa un reto para todos los sistemas sanitarios y, dentro de los mismos, para los farmacéuticos. Desde hace años la profesión farmacéutica está trabajando en la implantación del Servicio de Adherencia Terapéutica, y para demostrar que este servicio puede aportar resultados en salud y eficiencia en el gasto, pusimos en marcha el programa de investigación AdherenciaMED.

Los resultados de este estudio han desvelado que implantando el servicio de Adherencia en las farmacias aumentamos en un 50% los pacientes adherentes.  Además hemos confirmado un impacto muy importante en el control clínico mejorando en un 30% el control del asma, en un 22% el control de EPOC y en un 13% el control en hipertensión. Este mismo estudió cuantificó económicamente el impacto, y hemos demostrado que por cada euro invertido en este servicio se obtiene el retorno de un beneficio de 38 euros por paciente en 6 meses.

«Desde el CGCOF escuchamos a los pacientes antes de poner en marcha los proyectos»

P. ¿Cómo se puede empoderar más al paciente en el autocuidado de su salud?

J. Aguilar. El paciente para contribuir al autocuidado de la salud necesita de formación, información y herramientas que le ayuden. En este sentido, la cercanía y accesibilidad de la farmacia, como aula de salud, y los conocimientos y la confianza de que goza el farmacéutico representan un binomio fundamental en la alfabetización sanitaria de los pacientes. Estamos aprovechando todo este potencial para promover acciones conjuntas que redunden en este empoderamiento desde la farmacia.

P. ¿Cree que las asociaciones de pacientes deberían tener un papel más activo como interlocutores con Administración e instituciones y como ‘voz autorizada’ en la toma de decisiones sanitarias?

 J. Aguilar. Sin duda, y a lo largo de los últimos años se ha producido un avance y están ya representados en un buen número de instituciones, pero queda camino por recorrer. En nuestro caso les escuchamos antes de poner en macha los proyectos, ejemplo de ello es el documento ‘Atención integral al paciente crónico complejo: Compromiso de la Farmacia Comunitaria con los pacientes’, que elaboramos junto a la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), el Foro Español de Pacientes, la Fundación Luzón Unidos contra la ELA, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) y la Federación Española de Párkinson. Un documento que refleja el compromiso sanitario y social de la Farmacia para ponerse al servicio de los pacientes, en especial los crónicos, dependientes o más vulnerables, más sensibles a las situaciones de exclusión en escenarios como el que estamos viviendo.

P. El CGCOF ha puesto en marcha el proyecto ‘Escuela de Pacientes’, ¿qué objetivos y características tiene esta iniciativa?

J. Aguilar. Como ya he señalado, los pacientes demandan más y mejor información y formación sobre sus enfermedades y tratamientos. Una información que debe ser accesible, didáctica y rigurosa, procedente de fuentes fiables, seguras y de calidad. Para responder a esta necesidad pusimos en marcha la Escuela de Pacientes cuyo objetivo de responder a la necesidad de contribuir al crecimiento de la figura del paciente activo, empoderado y corresponsable en la gestión de su enfermedad. Estoy convencido de que la información y la formación son dos herramientas terapéuticas poderosas que consiguen desarrollar la corresponsabilidad del paciente para alcanzar los objeticos de su tratamiento.