“La grandeza de la distribución farmacéutica radica en asegurar el suministro de medicamentos con independencia de la rentabilidad”

La distribución farmacéutica permite que todos los pacientes tengan su medicación cuando la necesitan en su farmacia más próxima, ¿cree que se trata de una labor suficientemente conocida y reconocida?

Es una labor conocida. Cualquier ciudadano cuenta con encontrar tanto el medicamento prescrito por su médico como el de autocuidado que conoce por la publicidad, en su farmacia habitual. Otro tema es el reconocimiento. La logística que hay detrás para que esto sea posible es lo que probablemente no está valorado, pero creo sinceramente que es por desconocimiento.

¿Cuál es la importancia de llegar también, en las mismas condiciones, a los pacientes que viven en zonas rurales o aisladas?

Esta es la grandeza de la distribución farmacéutica cooperativa, el asegurar el suministro de medicamentos allí dónde esté la farmacia con independencia de la rentabilidad. Actualmente el 40% de las rutas de reparto de medicamentos son deficitarias, pero como dice nuestro slogan “nos mueve la salud”. Ninguna empresa de logística general no especializada mantendría estas rutas de impacto económico negativo.

Desde Cofares cuentan con una plataforma formativa para los profesionales que, sin duda, redunda a posteriori en una mejor atención a los pacientes, ¿no?

Efectivamente Educo+ es una plataforma formativa que además de acercar formación práctica para el personal de las farmacias, tiene otras colaboraciones formativas, como es la Cátedra del Paciente, promovida por este Instituto, cuya finalidad es mejorar la atención al paciente tanto desde la farmacia como desde las asociaciones.

A tenor del nuevo paradigma sociosanitario y necesidades del sistema, ¿por dónde cree que debe ir encaminada la formación de los profesionales a corto y medio plazo?

Hay un hecho que es incuestionable. La pandemia que estamos padeciendo ha cambiado sustancialmente los “usos y costumbres” de la sociedad. Cambios que en circunstancias normales se hubieran producido en 5-7 años, se han introducido durante los primeros meses de la pandemia. La relación del paciente con la farmacia a través de telefarmacia, un ejemplo de ello es la colaboración que se ha establecido entre la farmacia hospitalaria con la farmacia rural, a través del programa Telémaco; la atención farmacéutica domiciliaria tan útil para personas discapacitadas, vulnerables, mayores que ha permitido disponer de lo necesario sin salir de sus domicilios etc. Son avances que perdurarán tras la pandemia y se podrán perfeccionar los proceimientos, pasado el apremio y la urgencia de la pandemia.

El programa Telémaco ha fomentado la colaboración entre la farmacia hospitalaria y la farmacia rural

¿Qué puede hacer una cooperativa de forma directa o a través de las farmacias para mejorar el conocimiento que tienen los pacientes de su medicación e implicarlos en un mejor seguimiento del tratamiento que implique mejores resultados en salud?

Toda nuestra actividad está centrada en los pacientes que acuden a las oficinas de farmacia tanto de nuestros socios, los propietarios de la cooperativa, e incluso de aquellas que no lo son como ha sucedido durante la pandemia.

Desarrollamos programas de gestión que incorporan funcionalidades para seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes. Un ejemplo de ello es la plataforma digital Welnia para la compra de productos sanitarios por internet aportando la garantía sanitaria (no siempre esta está asegurada en las ventas por internet).

Cofares se ha involucrado mucho en la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, ¿cómo ha cambiado en la forma de trabajar o en los procesos internos de la cooperativa? ¿Cómo se ha asegurado la propia salud y seguridad de sus trabajadores?

Efectivamente. Cofares es la primera empresa sanitaria del país y de repente, como todos, nos encontramos ante una crisis sanitaria para la que responsablemente teníamos que responder como empresa líder. Afortunadamente con anterioridad a la pandemia, en Cofares se había iniciado un proceso de transformación, digitalización y organización de personas, como parte del plan estratégico establecido. Por ello, aunque no era imaginable la magnitud de la pandemia, pudimos hacer frente con mucho esfuerzo tanto de personas como económico a los requerimientos sobretodo, de productos sanitarios de primera necesidad (mascarillas, epis, etc) adquiriéndolos en el mercado internacional al que se pudo acceder, gracias a la liquidez económica derivada de una saneada situación financiera de la cooperativa.

La salud y seguridad de los trabajadores ha estado salvaguardada en todo momento. Para aquellos cuyo cometido era necesariamente presencial, dotándoles de las medidas y medios necesarios para evitar los contagios y para el resto, facilitando el teletrabajo para que pudieran desarrollar su cometido de manera telemática.

Además, han realizado múltiples donaciones a bancos de alimentos, ONGs, etc. También, recientemente, de 1’5 millones de mascarillas. ¿Es una muestra más de la implicación de Cofares con la sociedad?

La implicación de Cofares con la sociedad es grande y se realiza por dos vías. Desde el área de RSE, con programas de conciliación, Cofares es (empresa familiarmente responsable), reducción de emisiones con la incorporación de vehículos eléctricos, repoblación forestal etc. Y por otro lado desde la Fundación Cofares que desde hace muchos años apoya proyectos solidarios tanto con donaciones de material como económicas, obteniendo estos fondos de actividades programadas desde la Fundación.

En esta línea, y teniendo en cuenta algunas de las donaciones de Cofares, ¿considera que la crisis social es actualmente tan grave como la sanitaria?

Rotundamente, sí. Los datos de las ONG’s sobre el incremento y el origen social de la demanda de ayuda, es muy preocupante. Tengamos confianza en que haya una pronta recuperación de la economía y por tanto de la empleabilidad para que estas personas afectadas ahora por la crisis puedan recuperar una vida digna.

¿Cree que las asociaciones de pacientes están suficientemente representadas en las estructuras del Sistema Nacional de Salud? ¿Qué pasos quedan por dar?

En este momento es difícil de precisar. La pandemia ha desbordado al sistema que ha centrado todo el esfuerzo para atender a los ciudadanos que repentinamente se convirtieron en pacientes.  En materia sanitaria lo urgente se ha solapado con lo importante. Estoy segura de que en cuanto se vuelva a la normalidad en el Sistema, las asociaciones volverán al lugar que les corresponde. Entre tanto, otros estamentos como el Instituto Propatients avanzan en la profesionalización de los gestores de las AAPP, esta es una labor muy importante preparándolos para abordar esa mayor representatividad que todos queremos para ellas.