La salud cardíaca de las mujeres está muy relacionada con los resultados del embarazo

Seguimiento De La Presión Sanguínea De Mujeres Embarazadas En Clínica. La salud cardíaca de las mujeres está relacionada con los resultados del embarazo.

Un estudio sobre más de 18 millones de embarazos ha demostrado que existe una relación fuerte y graduada entre la salud cardíaca de las mujeres y los resultados del embarazo. La investigación se publica en el ‘European Journal of Preventive Cardiology’, una revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).

Los investigadores examinaron la presencia de cuatro factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres antes del embarazo: peso corporal poco saludable, tabaquismo, hipertensión y diabetes. La probabilidad de sufrir las principales complicaciones del embarazo, como ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) materna, parto prematuro, bajo peso al nacer y muerte fetal, aumentaba progresivamente con el número de factores de riesgo cardiovascular previos al embarazo.

«Los factores de riesgo cardiovascular individuales, como la obesidad y la hipertensión, presentes antes del embarazo, se han asociado a malos resultados tanto para la madre como para el bebé -señala la autora del estudio, la doctora Sadiya Khan, de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos-

Nuestro estudio muestra ahora una relación dependiente de la dosis entre el número de factores de riesgo y varias complicaciones. Estos datos subrayan que mejorar la salud cardiaca general antes del embarazo debe ser una prioridad».

El estudio fue un análisis transversal de los datos maternos y fetales del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de Estados Unidos, que recoge información sobre todos los nacimientos vivos y muertes fetales después de las 20 semanas de gestación. Se agruparon los datos a nivel individual de los nacimientos de mujeres de entre 15 y 44 años de edad entre 2014 y 2018.

Se recogió información sobre la presencia o ausencia de cuatro factores de riesgo cardiovascular antes del embarazo: índice de masa corporal (IMC; menos de 18,5 kg/m2 o más de 24,9 kg/m2), tabaquismo, hipertensión y diabetes. Las mujeres se clasificaron en 0, 1, 2, 3 ó 4 factores de riesgo.

Los investigadores calcularon los riesgos relativos de ingreso materno en la UCI, de parto prematuro (antes de las 37 semanas), de bajo peso al nacer (menos de 2.500 g) y de muerte fetal asociados a los factores de riesgo (1, 2, 3 o 4) en comparación con los que no tenían factores de riesgo (0). Todos los análisis se ajustaron por edad materna en el momento del parto, raza/etnia, educación, recepción de atención prenatal, paridad y pluralidad de nacimientos.

Se incluyeron en el análisis un total de 18.646.512 embarazos. La edad materna media era de 28,6 años. Más del 60% de las mujeres tenían uno o más factores de riesgo cardiovascular antes del embarazo, y el 52,5%, el 7,3%, el 0,3% y el 0,02% tenían 1, 2, 3 y 4 factores de riesgo, respectivamente.

En comparación con las mujeres sin factores de riesgo previos al embarazo, las que presentaban los cuatro factores de riesgo (3.242 mujeres) tenían un riesgo aproximadamente 5,8 veces mayor de ingreso en la UCI, 3,9 veces mayor de parto prematuro, 2,8 veces mayor de bajo peso al nacer y 8,7 veces mayor de muerte fetal.

Hubo asociaciones graduales entre un número creciente de factores de riesgo previos al embarazo y una mayor probabilidad de resultados adversos. Por ejemplo, en comparación con las mujeres sin factores de riesgo, el cociente de riesgo de ingreso en la UCI fue de 1,12 para un factor de riesgo, 1,86 para dos factores de riesgo, 4,24 para tres factores de riesgo y 5,79 para cuatro factores de riesgo.

«Llevamos a cabo este análisis porque las mujeres con un primer embarazo complicado tienen más probabilidades de sufrir complicaciones en embarazos posteriores
– Señala el doctor Khan -. 

El análisis se repitió en mujeres que tenían su primer bebé (se excluyeron las mujeres con embarazos anteriores), con resultados consistentes.

Además, el aumento de peso durante la gestación puede dar lugar a un IMC más elevado en el siguiente embarazo. Vimos resultados muy similares, lo que refuerza los hallazgos en la cohorte completa».

«Los niveles de obesidad e hipertensión antes del embarazo están aumentando y hay algunos indicios de que las mujeres están adquiriendo factores de riesgo cardiovascular a edades más tempranas que antes –añade–. Además, los embarazos se producen más tarde, lo que da más tiempo a los factores de riesgo para acumularse. En conjunto, esto ha creado una tormenta perfecta de más factores de riesgo, aparición más temprana y embarazos más tardíos».

El doctor Khan concluye que «los resultados abogan por una evaluación cardiovascular más completa antes del embarazo, en lugar de centrarse en factores de riesgo individuales, como el IMC o la presión arterial, de forma aislada.

«En realidad, no todos los embarazos se planifican, pero lo ideal sería evaluar a las mujeres mucho antes de quedarse embarazadas para que tengan tiempo de optimizar su salud –continúa–. También tenemos que cambiar nuestro enfoque para priorizar y promover la salud de las mujeres como sociedad, de modo que en lugar de limitarnos a identificar la hipertensión, evitemos que la presión arterial se eleve».