Ángel Gil: «No le tenemos miedo a la gripe, pero es una enfermedad que puede llevar a complicaciones muy serias. La vacunación es fundamental»

vacuna

La Comisión de Salud Pública aprobó el pasado 5 de mayo las recomendaciones para la campaña de vacunación de la gripe para la temporada 2020-2021. Hablamos sobre ellas con el Catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil de Miguel. 

-Las recomendaciones que ha hecho este año Salud Pública para la vacuna de la gripe ¿son las mismas o hay novedades respecto a otros años?

-Son las mismas: personas de más de 65 años como norma general (en algunas comunidades ya a partir de los 60 años), mujeres embarazadas, profesionales sanitarios y estudiantes de Medicina, Enfermería que están realizando sus prácticas y todas aquellas personas que tengan enfermedades crónicas asociadas. En el caso de las mujeres embarazadas sí hay una novedad y es que hemos conseguido vacunas con indicación en la ficha técnica que protege también hasta los seis primeros meses de vida del bebé. Es importante que la gente se vacune, necesitamos ampliar la cobertura. En mujeres embarazadas está sobre el 38% y es una cifra baja.

-¿No le tenemos miedo a la gripe?

-No, no se lo tenemos, y no debemos olvidar que la gripe puede llegar a ser mortal y puede acarrear muchas complicaciones, pero normalmente la confundimos con un catarro. Pensamos que tenemos gripe cuando solo tenemos un resfriado y eso no es gripe. La gripe puede dar lugar a serias complicaciones y a una hospitalización más o menos larga. Las vacunas son una inversión que ahorran unos costes muy importantes a la Sanidad pública. Si además se recomienda la vacunación a ciertos grupos diana, es por algo.

Angel Gil de Miguel

Ángel Gil de Miguel
Foto: Cátedras en red

-El año pasado se incluyeron dos colectivos de pacientes dentro de los grupos poblacionales diana que no habían formado anteriormente parte de este grupo: personas con enfermedad celiaca y personas con hemofilia. 

-Sí, y este año siguen incluidos como población diana a la que se le recomienda la vacuna de la gripe. Todas las enfermedades crónicas tienen una afectación del sistema inmunológico y esto, aunque la enfermedad esté controlada, provoca una inmunosupresión, lo que facilita que esos pacientes sean más propensos a ciertas infecciones. Pero además, hay un aspecto muy importante que debemos tener en cuenta y es que la vacuna nos puede ayudar a que la merma de nuestra calidad de vida cuando cogemos la gripe no sea tan elevada y se quede en una enfermedad leve. Cuando hay una enfermedad crónica esto lo debemos tener muy en cuenta. En España hay al año unos tres millones de personas que tienen la gripe, algunos con importantes complicaciones. Si más personas se vacunasen, esta cifra bajaría, porque cuando nos vacunamos no solo nos protegemos a nosotros mismos, también protegemos a nuestro entorno. En un hogar en el que vive un abuelo, por ejemplo, si queremos protegerle, no solo es suficiente con que se vacune él, si los demás no nos vacunamos y cogemos la gripe, lo estamos exponiendo a que él también pueda cogerla.

Y no podemos olvidar el coste sanitario que supone esto. Las vacunas suponen un 1% del coste sanitario, pero la gripe en invierno provoca unos costes increíbles, hospitalizaciones, urgencias colapsadas…

«La gripe puede llegar a ser mortal en algunos casos y generar muchas complicaciones en otros, por eso la vacunación es tan importante y debemos aumentar la cobertura en esta campaña»

Personas con gripe en España al año

-Y por desgracia, ahí están los movimientos antivacunas.

-Es una pena, porque no entran en razón y lo único que pedimos es respeto: si una persona a nivel individual no se quiere vacunar, que no lo haga, pero que no hagan campañas para intentar convencer a la sociedad de que no se vacune porque hemos logrado acabar con muchas enfermedades y estamos dando pasos para atrás por culpa de movimientos así. Hay una frase muy bonita que leí una vez en una entrevista a José Antonio Bastos, Presidente de Médicos Sin Fronteras, y decía algo como “los movimientos antivacunas son propios de sociedades acomodadas que no han visto nunca morir a un niño de sarampión”. Y por desgracia el sarampión está volviendo y las cifras son desalentadoras…

Hay que entender siempre que las medidas en Salud Pública se toman pensando en el bien de todos. Hay un punto de la Ley General de Salud Pública que dice que el bien de la colectividad tiene que primar sobre el bien de los individuos, y creo que las vacunas son el ejemplo perfecto.

Campaña de vacunación de la gripe 2020-2021

La vacunación antigripal tiene como objetivo reducir la mortalidad y morbilidad asociada a la gripe y el impacto de la enfermedad en la comunidad. Por ello, deberá ir dirigida fundamentalmente a proteger a las personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer la gripe y a las que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones, tal y como se refleja en el calendario de vacunación a lo largo de toda la vida y en el calendario de vacunación de grupos de riesgo.

Además, se recomienda vacunar a las personas que, por su ocupación, proporcionan servicios esenciales en la comunidad y a personas con exposición laboral a virus aviares o porcinos.

Para esta campaña, dada la incertidumbre en torno al comportamiento que pueda presentar el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, se realiza un énfasis especial en aumentar las coberturas de vacunación frente a la gripe especialmente en el personal sanitario y sociosanitario, personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años y personas de cualquier edad con condiciones de riesgo. El objetivo es proteger a las personas más vulnerables a la gripe, disminuyendo lo máximo posible la incidencia de gripe.

Los grupos de población diana a los que se recomienda la vacunación de la gripe son los siguientes:

  1. Personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
  2. Personas con menos de 65 años de edad que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:

 -Menores (a partir de los 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada), neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma.

 – Menores (a partir de los 6 meses) y adultos con:

Diabetes mellitus

Obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes o ≥3 DS en la infancia)

Enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico

Hemoglobinopatías y anemias

Trastornos de la coagulación

Hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples

Asplenia

Disfunción esplénica grave

Enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico o enfermedades neuromusculares graves

Inmunosupresión (incluyendo las inmunodeficiencias primarias y la originada por la infección por VIH, por fármacos –incluyendo tratamiento con eculizumab-, en los receptores de trasplantes y déficit de complemento)

Cáncer y hemopatías malignas

Implante coclear en espera del mismo

Fístula de líquido cefalorraquídeo

Enfermedad celíaca

Enfermedad inflamatoria crónica

Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.

En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.

– Menores entre los 6 meses y los 18 años de edad, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.

– Personas de cualquier edad (≥6 meses) institucionalizadas de manera prolongada

– Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación

– Menores entre los 6 meses y los 2 años de edad con antecedentes de prematuridad menor de 32 semanas de gestación.

Además, existen otros colectivos a los que también se recomienda la vacunación.

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