La apnea del sueño aumenta un 45% en los últimos diez años, según otorrinos y dentistas

Hombre durmiendo oca arriba, posición que propicia la apnea del sueño.

Se estima que la prevalencia de la apnea del sueño ha aumentado un 45 por ciento en los últimos diez años debido a factores como la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo.

Según advierten la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) y la Sociedad Española de Medicina Dental del Sueño (SEMDeS) con motivo del Día Nacional de la Apnea del Sueño.

Según un estudio publicado en la revista ‘Lancet’, cerca de mil millones de personas de entre 30 y 69 años sufren apnea del sueño severa en todo el mundo, por lo que la variedad de pacientes es muy amplia, con distintas causas y problemas asociados. Ello requiere, según los expertos, un abordaje multidisciplinar en el que intervengan otorrinolaringólogos cirujanos de cabeza y cuello, cirujanos maxilofaciales, dentistas y neumólogos, entre otros.

La apnea del sueño es, junto con el ronquido, el trastorno respiratorio del sueño más común.

Es de 2 a 3 veces más común en hombres que en mujeres y su factor de riesgo más importante es la obesidad. Dado que esta ha aumentado en el mundo de manera notable, se ha incrementado la prevalencia de enfermedades asociadas, como la apnea. «El caso es bastante preocupante a nivel de salud pública, sobre todo en niños donde vemos que se incrementan ambas patologías», alerta la presidenta de la Comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño de la SEORL-CCC, la doctora Marina Carrasco. «Por lo general, las personas obesas son más propensas a tener trastornos respiratorios del sueño, por lo que debe ser un factor a tener en cuenta en la consulta del otorrinolaringólogo y del dentista que deberá derivar los casos de sospecha al médico especialista», añade.

En este sentido, la experta explica que un estudio reciente publicado en la revista ‘Crani’ confirma que el índice de masa corporal (IMC) se relaciona de forma significativa con el índice de apnea e hipopnea, y aquellas personas con un mayor IMC tienen un hueso hioides en una posición más inferior. «Esto hace que se pueda ver alterada la respiración y esta sea más difícil durante el sueño», añade.

Diagrama que ilustra Obstrucción del apnea del sueño.

Diagrama que ilustra Obstrucción del apnea del sueño.

Diagnóstico y tratamiento de la apnea del sueño

El papel del otorrinolaringólogo en el diagnóstico y tratamiento de la apnea del sueño es «fundamental», según la doctora Carrasco. En primer lugar, «deberá ocuparse de realizar una exploración de la vía aérea superior, de suma importancia para tener un mayor conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, detectará posibles anomalías que predisponen a padecerla y permitirá establecer un diagnóstico topográfico de la obstrucción», subraya.

«La colaboración con el dentista es clave para que los especialistas hagamos el diagnóstico, ya que nos remiten los casos de sospecha».

Indica la doctora Carrasco. De hecho, los dentistas «detectamos en consulta aquellos problemas que impiden al paciente una correcta función respiratoria como alteraciones de adenoides, amígdalas, tabique, cornetes, entre otros, y los derivamos al otorrinolaringólogo», explica el presidente de la Sociedad Española de Medicina Dental del Sueño (SEMDeS), el doctor Manuel Míguez. «También podemos colaborar con el ORL durante la realización de la endoscopia mediante sueño inducido (DISE) en la colocación de los diferentes avances mandibulares», añade.

En cuanto al tratamiento, está indicado el tratamiento con Dispositivo de Avance Mandibular (DAM) en ronquidos que resulte molesto socialmente, casos de apnea obstructiva del sueño leves, moderados y cuando la CPAP, el tratamiento estándar, no es tolerada. «Los dentistas formados en sueño podemos realizar este tratamiento. Además, una vez que se ha iniciado el tratamiento si el paciente no respira bien por la nariz y no tolera bien el dispositivo oral referiremos ese paciente al ORL para que trate el caso y mejore esa función respiratoria», afirma el doctor Míguez.

En algunos casos en los que los tratamientos de primera línea no sean tolerados o no resulten efectivos, será necesaria la cirugía.

En este sentido, «el conocimiento del otorrinolaringólogo cirujano de cabeza y cuello de las diferentes técnicas quirúrgicas empleadas para tratar la apnea del sueño resulta fundamental», resalta la doctora Carrasco.

El tratamiento quirúrgico de la apnea del sueño incluye la cirugía nasal, la cirugía de adenoides y amígdalas, cirugía del paladar, cirugía de base de la lengua, la epiglotoplastia o la traqueostomía, entre otras. Todas ellas abordan estructuras anatómicas que son ampliamente conocidas y estudiadas por el otorrinolaringólogo. De hecho, el campo se está desarrollando y actualmente hay nuevas técnicas basadas en implantes que estimulan al nervio hipogloso que son muy efectivas en pacientes seleccionados y ofrecen una nueva oportunidad a otros tipos de pacientes en los que las otras cirugías no eran tan eficaces y los que otras terapias no tienen cabida.

Por su parte, el dentista, «puede ayudar en caso de que la cirugía de tejidos blandos no resulte exitosa para solucionar totalmente la apnea del sueño complementándola con el DAM para mejorar la respiración durante el sueño y disminuir los episodios de apnea-hipopnea», destaca el doctor Míguez. Asimismo, actúan en algunas alteraciones esquelética-dento-faciales que predisponen a la apnea del sueño, por lo que realizan tratamientos de ortopedia-ortodoncia de los maxilares en niños que están en crecimiento y desarrollo, o en adultos con tratamientos combinados de ortodoncia con cirugía ortognática» concluye.