Cáncer de tiroides, un tumor que se puede prevenir y curar

El tiroides es una glándula del sistema endocrino que se encuentra en la parte anterior del cuello, delante de la tráquea. Tiene forma de mariposa y consta de dos lóbulos. Su función es la de producir las hormonas tiroideas, importantísimas para la actividad bioquímica de casi todos los tejidos.

En los últimos años ha aumentado la incidencia de cáncer de tiroides, pero la tasa de mortalidad por esta enfermedad disminuye gracias a los nuevos avances.

El cáncer de tiroides puede manifestarse con diferentes síntomas: un bulto en el cuello, dificultades para tragar y respirar, afonía, tos, y dolor en el cuello y oídos. Para determinar si existe un tumor o no es necesario realizar una exploración física, un análisis de sangre, además de un eco-doppler de alta resolución, una eco-paaf (punción-aspiración con aguja fina) y en todo caso una gammagrafía tirodea y una biopsia intraoperatoria.[show_more more=»Leer más» less=»Ocultar»]

El Dr. Domingo Rodríguez Rodríguez-Peña responsable de la Unidad de Cirugía Endocrinológica del Grupo HM Hospitales en el curso de una jornada sobre “Novedades en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de tiroides”, aclara que los tumores tiroideos pueden ser diferenciados o no diferenciados. “Dentro de los diferenciados se encuentran el tumor papilar, que se cura en un 98% de los casos; el folicular, con un porcentaje de curación del 91% y el medular, con un 50-60%. Por el contrario, los tumores indiferenciados (anaplásicos) tienen una tasa alta de mortalidad”.

“El cáncer de tiroides se cura, pero es muy importante la detección precoz el tratamiento que se aplique y el tipo de tumor al que nos enfrentemos”, afirma el Dr. Rodríguez-Peña.

Tratamiento contra el cáncer de tiroides

La cirugía constituye el principal tratamiento, de tal forma que se elimina por completo el tumor o la mayor parte de él (tiroidectomía). Junto a esta medida se suele asociar en el caso de los tumores papilares y foliculares un tratamiento supresor-sustitutivo con hormona tiroidea, así como de yodo radiactivo para eliminar los posibles restos de la glándula. En el tipo medular se suele asociar al acto quirúrgico la linfadenectomía (eliminación de los ganglios). En el caso de los anaplásicos o indiferenciados la tiroidectomía no es curativa, por lo que su abordaje suele realizarse con radioterapia y quimioterapia.

El Dr. Rodríguez-Peña asegura que una vez extirpado el tumor, el paciente puede llevar una vida normal, pero siempre bajo un tratamiento y un control endocrino adecuado.

La importancia de la prevención

El especialista destaca la importancia de tomar medidas preventivas contra el cáncer de tiroides, evitando en lo posible las radiaciones en el cuello, realizándose un estudio precoz de los carcinomas de tiroides de incidencia familiar y consultando al médico siempre que se note un nódulo o bulto en el cuello.

“Lo más importante en el diagnóstico y tratamiento de la patología de tiroides y, sobre todo, en el caso de los carcinomas, es contar con un equipo multidisciplinar como el que tenemos en HM Madrid desde el año 2009, donde endocrinólogos, radiólogos, cirujanos de tiroides, especialistas en medicina nuclear, oncología y anatomía patológica etc. trabajamos de forma conjunta en el abordaje personalizado de cada paciente”, concluye el experto.[/show_more]