Nuevo avance en la comprensión de la formación de la diversidad neuronal en animales. Describir el mecanismo que permite el desarrollo de un tipo de neurona sensorial que recibe información del ambiente, comprobando por primera vez que este proceso es distinto del resto de neuronas similares.
Un grupo de investigación del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha logrado este nuevo avance en la comprensión de la formación de la diversidad neuronal en animales.
El trabajo, que se publica en la revista ‘PLOS Biology’, se ha realizado en un modelo animal simple, el nematodo C. elegans, aunque muchos de los mecanismos de formación neuronal son los mismos en todos los seres vivos. El trabajo ayudará a comprender mejor el desarrollo de la diversidad neuronal en los seres humanos.
El equipo está liderado por la investigadora del CSIC en el IBV Nuria Flames y ha estudiado los mecanismos de regulación genética que subyacen en la generación de uno de los 118 tipos de neuronas de Caenorhabditis elegans (C. elegans), un modelo animal muy sencillo. En concreto, un tipo de neurona serotoninérgica llamada ADF, una neurona sensorial que recibe información del ambiente, igual que algunas de nuestras neuronas sensoriales.
El equipo de investigación del IBV-CSIC ha identificado un factor de transcripción, llamado LAG-1 (RBPJ en humanos) que actúa como regulador para establecer y mantener la expresión específica de muchos genes que son necesarios para que la neurona ADF cumpla sus funciones en C. elegans.
«LAG-1 es el mediador de una vía de señalización fundamental en el desarrollo neuronal, la vía de Notch, que está muy conservada evolutivamente. Sorprendentemente, nuestros resultados muestran que, en el caso de C. elegans, LAG-1, actúa de forma independiente de la vía de Notch para establecer el tipo neuronal ADF», explica Nuria Flames en un comunicado.
La ruta de señalización o ‘vía de Notch’ es un sistema altamente conservado en los animales cuyo cometido principal es controlar los destinos celulares mediante la amplificación y consolidación de diferencias entre células adyacentes.
Según Nuria Flames, no hay una equivalencia directa entre la ADF y una neurona humana. «ADF es una neurona sensorial, que recibe información del ambiente, igual que algunas de nuestras neuronas sensoriales, pero no se pueden decir que sean directamente equivalentes», señala la investigadora. Sin embargo, C. elegans se utiliza como modelo para entender cómo se genera la diversidad neuronal porque estos mecanismos (las reglas generales) son los mismos en todos los seres vivos, aunque los detalles específicos de cada neurona serán diferentes en cada organismo.