El embarazo es uno de los momentos con mayor riesgo para el desarrollo de diabetes, la revolución hormonal provocada por el embarazo puede desembocar en el bloqueo de la insulina y que la embarazada desarrolle diabetes gestacional.
Los antecedentes familiares, tener más de 25 años al quedarse embarazada, padecer sobrepeso u obesidad o el uso de métodos hormonales son factores que factores que pueden facilitar el desarrollo de diabetes gestacional.
Durante el embarazo, la placenta suministra nutrientes y agua al feto en crecimiento; sin embargo, algunas de las hormonas que produce (estrógenos, cortisol, lactógeno placentario) pueden bloquear el efecto de la insulina que de forma natural produce el páncreas. El efecto tras el crecimiento de la placenta es generar una mayor secreción hormonal y, en consecuencia, la madre puede aumentar su resistencia a la insulina, con la consiguiente incapacidad para asimilar la glucosa en los tejidos.
En la mayoría de las gestantes, el páncreas es capaz de regular esta situación; no obstante, cuando su acción no es suficiente para contrarrestar el efecto de las hormonas producidas por la placenta, el resultado es el desarrollo de una diabetes gestacional, explica el especialista de la UNAM. Toda mujer, embarazada o no, debe mantener la concentración de glucosa en sangre lo más cercano posible a valores normales, es decir, entre 70 y 100 miligramos por decilitro (mg/dL); cuando estos niveles aumentan es preciso que la mujer embarazada acuda a su médico.
“Debido a que en muchos casos la diabetes puede no causar síntomas, las mujeres embarazadas deben realizarse una prueba de tolerancia a la glucosa entre las semanas 24 y 28 para detectar la diabetes gestacional”
señala José Luis Suarez Solís, especialista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La prueba consiste en dar a la embarazada una carga de azúcar determinada cada media hora y revisar sus niveles de azúcar en sangre, si las mediciones pasan de los 126 miligramos por decilitro el diagnóstico apunta hacia una diabetes gestacional.
Entre los factores que contribuyen a que la mujer desarrolle diabetes gestacional están los antecedentes familiares, tener más de 25 años de edad al quedarse embarazada, haber dado a luz un niño con más de cuatro kilogramos de peso y padecer sobrepeso u obesidad. Otro factor se da en mujeres mayores de 35 años de edad que deciden quedarse embarazadas y utilizan métodos hormonales que pueden facilitar el desarrollo de una diabetes durante el embarazo.
Grado de grasa abdominal, un marcador a tener en cuenta en la diabetes gestacional
Un estudio desarrollado por investigadores del Hospital de St. Michael en Toronto (Canadá), concluye que aquellas embarazadas con mayor grado de grasa abdominal fueron las que desarrollaron diabetes gestacional con más frecuencia entre las semanas 24 y 28 de embarazo, independientemente de su índice de masa corporal (IMC).
Así al tomar imágenes de la grasa abdominal en el inicio del embarazo se podría identificar a aquellas mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional como consecuencia de un alto grado de grasa abdominal.
Consecuencias de la diabetes gestacional
“Las mujeres con diabetes gestacional deben tener cuidados especiales para mantener bajo control la glucosa en sangre, ya que pueden producirse trastornos diversos y la macrosomía (desarrollo o tamaño excesivo del recién nacido) es uno de los más frecuentes, ocurre cuando el feto está expuesto a altas dosis de glucosa que almacena en forma de grasa e incrementa su tamaño y peso.
Otra consecuencia que puede desarrollar es la fractura de clavícula o brazo debido a su gran tamaño si el nacimiento se produce por vía vaginal; ante este riesgo se recomienda que el parto sea por cesárea.
Posteriormente al nacimiento, el bebé de una madre diabética durante la gestación puede desarrollar hipoglucemia (baja de glucosa en sangre), ya que al nacer tiene exceso de insulina y al no recibir el aporte de glucosa de la madre la cantidad de azúcar se eleva”, explica el doctor José Luis Suarez Solís.
Tratamiento de la diabetes gestacional
Cabe destacar que el tratamiento habitual que reciben las mujeres con diabetes gestacional es la administración de insulina o antidiabéticos orales con una dosis que se debe ajustar según la edad, peso, alimentación y hábitos de la paciente. Asimismo, la mujer gestante con diabetes deberá tener cuidados especiales, como llevar una dieta equilibrada (moderada en grasa y proteínas; suministrar carbohidratos a través de frutas y verduras y con moderación los carbohidratos complejos tales como el pan, los cereales, la pasta o el arroz, siendo muy baja en alimentos que contengan muchos azúcares, tales como bebidas gaseosas, zumos de fruta y repostería; ejercicio moderado, todo ello además de los cuidados que el especialista pueda prescribir, todo con el fin de que el embarazo transcurra sin contratiempos.
“Después que la mujer da a luz es común que la diabetes desaparezca, incluso en ese caso, lo recomendable es que la paciente continúe bajo los cuidados de su médico, él es el que le dará las instrucciones adecuadas, ya que de lo contrario el proceso puede persistir y desarrollar diabetes mellitus tipo II”, concluye el doctor Suarez Solís.