El Dr. Enrique Calvo Aranda, del Servicio de Reumatología de HM Hospitales, ofreció una charla centrada en las enfermedades reumáticas como la gota, la artrosis y la artritis entre otras y sobre cómo cuidar nuestras articulaciones y nuestros huesos desde las edades más tempranas.
Enfermedades reumáticas
Qué son las Enfermedades Reumáticas
Entre las enfermedades reumáticas más comunes se encuentran la artrosis, la artritis reumatoide, la osteoporosis, el dolor lumbar y la fibromialgia. Según apuntan los expertos, el síntoma más frecuente en las enfermedades reumatológicas es el dolor localizado en las articulaciones o a su alrededor: puede manifestarse durante la utilización de la articulación afectada o en reposo, puede ser agudo o crónico y acompañarse, o no, de inflamación.
Existen cerca de 300 enfermedades reumáticas, desde patologías degenerativas como la artrosis (por edad o desgaste articular ante movimientos repetitivos) a patologías inflamatorias (artritis, gota, infecciones), pasando por enfermedades inflamatorias de los vasos o el colágeno (vasculitis, conectivopatías), que pueden afectar diversos órganos y aparatos. Además, existen otras enfermedades del metabolismo (osteoporosis, Paget), tumores óseos, etc. “Algunas de estas enfermedades, como la osteoporosis y la artritis reumatoide afectan más a las mujeres, mientras que la gota predomina en los hombres”, señala el experto.
Asimismo, hay que desterrar la creencia de que estas patologías aparecen sólo en personas de edad avanzada. “De hecho, muchas enfermedades pueden debutar a edades precoces, durante la juventud y la infancia, como el lupus o la artritis idiopática juvenil. Sí es cierto que la osteoporosis suele afectar a las mujeres cuando alcanzan la menopausia y la artrosis es más prevalente en pacientes de edad avanzada, aunque también se puede dar en sujetos más jóvenes» explica.
Según pone de manifiesto la Encuesta Nacional de Salud del Instituto Nacional de Estadística (INE), las enfermedades reumatológicas se sitúan entre las patologías crónicas con más incidencia en la población española adulta. De hecho, uno de cada cuatro españoles (aproximadamente diez millones de personas) padece alguna enfermedad reumatológica y se prevé que la cifra siga aumentando debido al progresivo envejecimiento de la población. Estas patologías son las que provocan mayores impedimentos físicos y las que afectan a mayor número personas y, además, son la causa de más de la mitad de las incapacidades laborales en nuestro país y de las bajas permanentes.
Síntomas · Diagnóstico · Tratamiento
Enfermedades Reumáticas
Cada una de estas patologías tiene unos síntomas. Así, la artrosis produce dolor en las articulaciones y empeora a lo largo del día, mientras que con la artritis los dolores son peores por la mañana y mejoran a medida que avanza el día.
Por otra parte, la gota puede despertar por la noche y producir un dolor muy intenso en la articulación afectada. Sin embargo, la osteoporosis no causa dolor y actúa de forma “silenciosa”, por lo que sus consecuencias son las fracturas de huesos por fragilidad de estos.
El diagnóstico a tiempo es clave para tener una buena calidad de vida. El problema es que, a la hora de tratar estas enfermedades, la mayoría de los pacientes no acude al reumatólogo como primera opción, sino que visita a otro especialista apuntan los expertos, y esto es importante puesto que este tipo de patologías pueden diagnosticarse precozmente a través de una consulta clínica y un examen físico llevados a cabo por un reumatólogo.
Para diagnosticar estas enfermedades, el especialista insiste en que “antes de valorar cualquier prueba complementaria, lo primero y más importante es realizar una buena historia clínica, con un interrogatorio profundo y una exploración física completa. Así descubrimos síntomas y signos que a veces el paciente no es capaz de referirnos espontáneamente”.
En cuanto al tratamiento de estas dolencias, son muy frecuentes los antiinflamatorios clásicos y los corticoides, “aunque se intenta hacer un uso limitado de ellos, tanto en dosis como en tiempo. Por eso, muchas veces proponemos infiltraciones o rehabilitación complementaria”, apunta.
En muchos casos estas enfermedades son crónicas, los tratamientos tienen el objetivo de reducir y mitigar el dolor para lograr una mejor calidad de vida de los pacientes. Para las dolencias más leves están indicados varios tipos de medicamentos como analgésicos, antiinflamatorios y aquellos que contienen calcio y vitamina D. En el caso de patologías más graves los tratamientos que más se emplean son los corticoides e inmunosupresores.
Para que el paciente experimente una mejoría de su enfermedad es fundamental una correcta adherencia a los tratamientos y una total implicación, ya que hay muchos enfermos que no siguen las pautas que les recomienda el especialista. Y es que en muchos casos, hay que combinar los medicamentos con la terapia de rehabilitación o la práctica de ejercicio físico.
Desde hace unos años se emplean también terapias biológicas, sobre todo en artritis reumatoide, y ahora también en enfermedades como lupus y esclerodermia. Son tratamientos costosos pero que han supuesto un antes y un después en esta área de la Medicina.
El experto indica que según la patología que tenga el paciente, se le recomienda seguir unas pautas determinadas en su día a día. Por ejemplo, en la gota debe moderarse la ingesta de alimentos ricos en purinas, evitar abuso de cerveza y refrescos ricos en fructosa, mientras que quien padezca de gota deberá potenciar lácteos, vitamina C, cerezas, asociando ejercicio y pérdida de peso en pacientes obesos.
En la artrosis y en muchas artritis debe realizarse ejercicio regular adaptado que evite cargas excesivas o traumatismos, tratando de mantener y mejorar flexibilidad. Los reumatólogos suelen recomendar la práctica de natación y Pilates, pero el yoga y el Tai-Chi pueden ser otras alternativas.
En la osteoporosis es aconsejable una dieta rica en calcio y vitamina D, sobre todo a través de lácteos (aunque también frutos secos, huevos, soja, etc.), ejercicio regular (caminar, bailar) y exposición solar de 15-30 minutos al día, al menos 3 días por semana.
El especialista concluye recomendando a las personas que tengan molestias en huesos y articulaciones, acudir a la consulta del reumatólogo para poder prevenir una posible patología: “el desconocimiento de la especialidad hace que, en ocasiones, los pacientes no lleguen a las consultas de Reumatología de una manera precoz y hayan pasado previamente por especialistas menos indicados para la patología que padece”.