Si el embarazo es una etapa complicada en la vida de una mujer, en verano aún lo es más. Las altas temperaturas provocan una mayor sensación de cansancio y agotamiento en la mujer y hay ciertas medidas que hay que tomar para hacerlo lo más llevadero posible y que no suponga riegos ni para la futura mamá ni para el bebé.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), recomienda a las mujeres embarazadas durante los meses de verano cuidarse más con el objetivo de evitar deshidratación, fallo circulatorio o taquicardias, problemas que pueden llegar a poner en riesgo tanto la salud de la embarazada como la del feto.

shutterstock 71570794 300x200 - Precauciones para los embarazos veraniegosAlgunos de los consejos que ofrecen desde SEGO para evitar los problemas derivados de las altas temperaturas, son los siguientes:

  • Hidratación. Si lo habitual es beber sobre dos litros de agua al día, durante el embarazo esta necesidad es mayor, y más aún si las temperaturas suben. Beber agua es lo más recomendable, pero también zumos, infusiones y refrescos sin azúcares añadidos.
  • Protegerse debidamente del sol. Las mujeres embarazadas son más propensas a desarrollar pequeñas manchas en la piel denominadas melasmas, por eso es fundamental que utilicen una protección elevada, no se expongan al sol de forma directa y menos durante las horas centrales del día.
  • Dieta adaptada al verano. La dieta durante el embarazo es muy importante, pero en verano es necesario adaptarla a las necesidades que suponen las altas temperaturas. Y es que en esta época es necesario seguir alimentándose entre 4 y 6 veces y consumir más frutas y verduras que en otra época del año. Nos aportarán fibra, minerales, vitaminas, agua…
  • Calzado y ropa adecuada. Es necesario utilizar ropa holgada y cómoda, de tejidos ligeros y recurrir a calzado cómodo y mejor abierto para facilitar la circulación.