Un mayor nivel de estrés acelera el declive cognitivo y por tanto la memoria en personas mayores, tal y como concluye un estudio del Chicago Health and Agin Proyect publicado en la prestigiosa Psychosomatic Medicine. Fortalecer la memoria con ejercicios cuando está en plena forma es clave para frenar el deterioro con el paso de los años.
El estrés es una “tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”, según define la RAE. El estudio ha sido realizado con una muestra de 6.200 personas mayores de 65 años de raza negra y caucásica, sometidos a distintos tests y evaluaciones durante un período de siete años. El estudio mide variables sociodemográficas y psicológicas además de contar con todo tipo de datos referentes a la salud y las enfermedades de cada uno de los participantes en el estudio. Se incluyen también datos relacionados con hábitos de los pacientes, como su estado civil, si es fumador o no, si es deportista o sedentario, etc. Una vez obtenidos todos estos datos, la investigación se centraba en test de seis preguntas que pretendía medir el grado de estrés de cada participante.
Con los años y los distintos tests realizados durante este período la conclusión a la que llegaron los investigadores es que a mayor nivel de estrés percibido por el paciente, menores puntuaciones en la evaluación cognitiva inicial y una tasa de declive cognitivo más rápida, es decir, un mayor deterioro de la memoria. De esta forma se muestra una relación directa entre el estrés crónico y el empeoramiento del funcionamiento óptimo de la memoria, ya que se descarta que influyan otros factores de los que aparecen en el estudio.
De ahí que sea tan importante aprender a controlar el estrés que no sólo causa problemas físicos en personas de más edad, sino que afecta a todo el mundo independientemente de la edad causando distintos problemas, entre los más comunes los dolores de espalda. Para ayudar a controlarlo existen una gran cantidad de terapias, como la relajación, aromaterapia, musicoterapia, risoterapia, masajes, etc.
También es importante destacar que la memoria puede ser trabajada mediante ejercicios específicos diseñados por profesionales, tal y como muestran diversos estudios científicos. Estos ejercicios o terapias pueden ser puestos en marcha cuando la memoria empieza a deteriorarse, pero lo ideal es prevenir su deterioro cuándo ésta se encuentra en plena forma. En la actualidad existen un gran números de juegos cognitivos que sirven para fortalecerla.