Oftalmólogos de toda España se han dado cita en el Hospital de la Candelaria para asistir a la segunda edición de ‘Estancias en EMD y Retina Médica’, un curso organizado por Novartis para presentar las últimas novedades en el manejo del paciente con Edema Macular Diabético (EMD).
Actualmente, 1 de cada 10 diabéticos sufre EMD en nuestro país, lo que supone que unos 250.000 pacientes padecen esta enfermedad visual. “En Canarias, la población diabética alcanza un 12%, una cifra superior a la media nacional, de manera que el EMD es una patología de alta prioridad en todos los centros sanitarios de nuestra región”, ha puntualizado el Dr. Rodrigo Abreu, médico del Servicio de Oftalmología del Hospital de La Candelaria y director del curso.
La diabetes es una enfermedad sistémica, es decir, que las alteraciones que produce pueden afectar a diversos órganos, entre los que se encuentra el ojo, y concretamente la retina, que es la capa del globo ocular con la que realmente vemos los objetos. Esta enfermedad se caracteriza por la existencia de un exceso de azúcar en la sangre, la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluye tres tipos de diabetes: Tipo I o juvenil, Tipo II del adulto y la diabetes gestacional.
La diabetes, puede tener como consecuencia otra enfermedad que afecta al ojo, en estos casos hablamos de retinopatía diabética, que es actualmente una de las primeras causas de baja visión en los países desarrollados (según la OMS en el año 2000 había 171 millones de personas con diabetes en el mundo, y se cree que en 2030 el número puede llegar a 370 millones) y puede prevenirse mediante controles oftalmológicos y tratamiento si es preciso.
[blocktext align=»right»]“Actualmente disponemos de nuevas terapias que permiten recuperar parte de la función visual perdida y que mejoran la calidad de vida de los pacientes”[/blocktext]
La retinopatía diabética puede manifestarse en diversos grados y consiste básicamente en la obstrucción de los vasos sanguíneos de la zona retiniana provocando hemorragias, pequeños infartos en la retina y formación de nuevos vasos que son más débiles y se rompen con facilidad, provocando así nuevas hemorragias…etc.
Todo este complejo proceso de deterioro de la retina puede llevar a que en cualquier momento de la enfermedad pueda aparecer el llamado edema macular diabético, la causa más importante de pérdida visual en las personas que sufren diabetes, que consiste en un cúmulo de líquido en la mácula, que es la zona más importante de la retina, la que nos permite realizar tareas tan importantes como leer, conducir o reconocer caras. Y es además la causa más importante de pérdida visual en los diabéticos. Todos estos cambios que aparecen en la retina producen visión borrosa y son más frecuentes en pacientes que llevan un mal control de la glucosa.
[blocktext align=»left»]El síntoma más frecuente de la EMD es la pérdida de agudeza visual: los problemas en la mácula hacen que la imagen llegue al cerebro distorsionada y alterada.[/blocktext]
El EMD se produce por la acumulación de líquido en la mácula, que es la zona de la retina responsable de la visión central. Así, su síntoma más frecuente es la pérdida de agudeza visual: los problemas en la mácula hacen que la imagen llegue al cerebro distorsionada y alterada. También pueden producirse cambios en la percepción de los colores o visión de manchas negras flotantes.
Así, esta patología conlleva la imposibilidad de realizar tareas como leer, conducir o incluso reconocer a personas y se estima que un 40% de los pacientes sufre una gran repercusión funcional. Sin embargo, “actualmente disponemos de nuevas terapias que permiten recuperar parte de la función visual perdida y que mejoran la calidad de vida de los pacientes”, apunta la Dra. Maribel López-Gálvez, del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
El Dr. José Luis Olea Vallejo, del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitari Son Espases de Palma de Mallorca, ha añadido: “El pronóstico del EMD está muy determinado por el diagnóstico precoz. Una detección temprana hace que el manejo de la enfermedad sea más eficaz y que los pacientes se adhieran mejor a su tratamiento. Así, hoy podemos evitar la ceguera en el paciente diabético, asegurando así su calidad de vida”.
Es por ello que los expertos reunidos en el encuentro han destacado la importancia de realizar revisiones periódicas y consultar a los especialistas en caso de sospechar de la presencia de algún síntoma. “El EMD se diagnostica con una exploración del fondo de ojo, que puede realizarse en un centro de salud con los programas de telemedicina existentes o en la consulta de un oftalmólogo en una revisión rutinaria”, ha indicado el Dr. Olea.
Por su parte, la Dra. López ha querido destacar: “Estamos ante uno de los problemas de mayor trascendencia socio sanitaria del momento actual, la Diabetes Mellitus. Tener la posibilidad de profundizar en el manejo del EMD y encontrar estrategias que faciliten el abordaje del paciente es fundamental”.