GSK pone en marcha la campaña ‘Juntos Cambiamos el Rumbo’ para visibilizar la realidad del asma grave

GSK ha lanzado la campaña ‘Juntos Cambiamos el Rumbo’ de la mano de numerosos profesionales sanitarios y pacientes

GSK ha lanzado la campaña ‘Juntos Cambiamos el Rumbo’ de la mano de numerosos profesionales sanitarios y pacientes, con el objetivo de dar voz a las personas que sufren asma grave y visibilizar a los expertos que trabajan de forma conjunta en nuestro país para cambiar el rumbo de esta patología.

Asimismo, se pretende poner de manifiesto no solo el impacto que esta enfermedad tiene en quienes la sufren y en sus familiares, sino en reconocer el trabajo que se lleva a cabo en equipos multidisciplinares especializados que siguen a los pacientes con asma grave y en reforzar la participación del paciente como un miembro más del equipo.

Una de las herramientas para conseguir el objetivo de bienestar en estos pacientes son las unidades de asma grave, cuya finalidad es evaluar a aquellos pacientes que no responden a los tratamientos. Por ejemplo, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) cuenta con 31 unidades de asma grave acreditadas de las cuales 22 son de Excelencia.

«Es importante que exista un abordaje multidisciplinar entre alergólogos, neumólogos y otorrinolaringólogos, sobre todo a la hora de detectar las enfermedades asociadas y comorbilidades que pueda haber. Dentro de la sistemática de valoración de un paciente con asma grave, cuando esta no está controlada, en primer lugar, se debe confirmar el diagnóstico de asma, ver que la historia clínica del paciente es compatible y demostrar que hay una obstrucción variable en la función pulmonar», explica el presidente de la SEAIC, el doctor Antonio Valero.

Una vez que se ha realizado el diagnóstico, han de valorarse los factores asociados o comorbilidades, es decir, la adherencia al tratamiento, la técnica inhalatoria del paciente, la exposición laboral y ambiental a productos químicos o alérgenos que desencadenen síntomas o si hay algún factor desencadenante como, por ejemplo, el uso de determinados fármacos.

«El siguiente paso es identificar el fenotipo de asma, sus características, esto es, si se trata de un asma alérgica, eosinofílica o neutrofílica, para poder ajustar el tratamiento más adecuado e individualizarlo», añade el especialista, quien hace hincapié en que los pacientes con asma grave no controlado son «complejos», por lo que es «necesario» que el abordaje sea multidisciplinar.