Obesidad infantil, consecuencia del estrés familiar

El estrés familiar según diversos estudios es una fuente importante en el desarrollo de este creciente problema, la obesidad y el sobrepeso en la infancia.

La mayor preocupación de los padres relacionada con la alimentación de los hijos es la prevención de la obesidad infantil y el desarrollo de una educación nutricional saludable, lo que no saben es que el estrés familiar multiplica las posibilidades de que sus hijos desarrollen obesidad infantil.

Son muchos los factores que favorecen el desarrollo de sobrepeso, tanto genéticos como ambientales. En este artículo nos centraremos en el estrés familiar ya que según diversos estudios es una fuente importante en el desarrollo de este creciente problema infantil.

De acuerdo a un estudio realizada por el Hospital St. Michael, de Toronto, “los niños cuyos padres tienen altos niveles de estrés tienen un índice de masa corporal, o IMC, cerca de 2% más alto, que aquellos cuyos padres tienen bajos niveles de estrés”.

Otro estudio elaborado por la Universidad de Linkping llega a conclusiones similares. Evaluó el nivel de estrés familiar en 7.443 familias, desde el nacimiento de los hijos hasta los 5 o 6 años.

Los resultados revelaron que en aquellas familias con un alto nivel de estrés los niños tenían el doble de posibilidades de padecer sobrepeso que aquellos en cuya familia el nivel de estrés era bajo.

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Los motivos del estrés familiar pueden ser muy diversos hoy en día. Desde situaciones de elevada gravedad como accidentes, enfermedades, divorcios, desempleo o violencia, hasta situaciones derivadas de los problemas cotidianos del día a día como el cuidado de los hijos o la pareja, falta de vida social o preocupación por la salud y el desarrollo de los niños.

Por último, una investigación desarrollada por la Universidad de Houston da un paso más allá, ya que nos desvela que el estrés familiar puede afectar de distinta manera a las hijas que a los hijos.

Las consecuencias de una misma situación de estrés familiar afecta de distinta forma según el sexo de los hijos.

Los investigadores analizaron datos de más de 4.700 adolescentes estadounidenses nacidos entre 1975 y 1990 para evaluar los efectos de tres fuentes específicas de estrés familiar: problemas financieros, la mala salud de la madre y la desintegración familiar.

La autora del estudio, Daphne Hernández, profesora asistente en el Departamento de Salud y Desempeño Humano de la Universidad de Houston, dijo: «Experimentar estrés familiar -específicamente la desintegración familiar y el estrés financiero- varias veces durante toda la infancia se asoció en mayor medida con el sobrepeso o la obesidad en las niñas adolescentes a tiempo de cumplir los 18«.

En cuanto a la mala salud de la madre se asoció con el sobrepeso o la obesidad en los niños en el momento en que cumplieron 18 años; según el estudio publicado en la edición de abril de la revista Preventive Medicine.

«En general, los resultados sugieren que los adolescentes de ambos sexos responden de manera diferente al estrés familiar. Este estudio amplía nuestro conocimiento sobre el estrés y la obesidad, centrándose en el entorno familiar.

Al conocer los tipos de factores estresantes que influyen en la aparición de sobrepeso en los adolescentes de sexo femenino y masculino, podemos adaptar los servicios sociales específicos que deben incluirse en programas de prevención de la obesidad«, dijo Hernández.

En muchas ocasiones no nos paramos a pensar si nuestro estilo de vida, el trabajo, las prisas, la falta de tiempo y el estrés en general puede estar afectando al desarrollo y a la salud de los hijos. Si tenemos en cuenta que aproximadamente un tercio de los niños españoles vive en familias estresadas puede ser una de las claves para entender el creciente número de niños con sobrepeso.

Por ello debemos tener en cuenta que es durante la infancia cuando se desarrollan y afianzan hábitos cotidianos, es por ello que si los padres están demasiado estresados y tienen poco tiempo para los hijos, están menos aptos para cuidar la calidad de la alimentación de éstos, al tiempo que se recurre a alimentos rápidos pero de alto contenido calórico y pobres en nutrientes.