Los pacientes con apnea obstructiva del sueño con CPAP son los más damnificados por la alergia

La neumóloga y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Sueño (SES), María Fernanda Troncoso, ha informado que los pacientes con apnea obstructiva del sueño que tienen pautado un tratamiento con una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) son los más damnificados por las alergias, ya que la congestión nasal o la tos por un asma no controlado pueden impedir el uso de la mascarilla y empeorar esta afección.

«La CPAP es efectiva solo si se usa. Las noches en que no se usa la mascarilla, las apneas recurrentes y la falta de oxígeno están presentes, por lo que se fracciona el sueño y vuelven a aparecer los síntomas de cansancio y somnolencia durante el día», explica la experta.

Con motivo de la Semana Mundial De La Alergia, que se celebra del 18 al 24 de junio, Troncoso recomienda a los pacientes usuarios de CPAP que sufran alergia realizarse por la noche, antes de colocarse la CPAP, lavados nasales con solución salina. En caso de no ser suficiente, sería necesaria la valoración por un otorrino o alergólogo, según el caso, para estudiar la posibilidad de prescribir corticoides intranasales.

En todo caso, para mejorar en la medida de lo posible el descanso de las personas con alergia, Troncoso considera que es importante identificar el patrón de los síntomas y la época de aparición, para de esa forma estar preparados para prevenir crisis importantes y tratar los síntomas a tiempo. «Registrar los alérgenos, los lugares, las habitaciones o las temporadas que empeoren los síntomas sería un consejo ideal para estar preparados y controlar los síntomas a tiempo, así como también conocer los niveles de polen en la ciudad en que se vive», aconseja la neumóloga.

Problemas para conciliar el sueño

Para los expertos, 2024 está siendo un año en el que la temporada de alergias, además de ser más intensa que otras temporadas, se está extendiendo más allá de lo habitual en el tiempo. Y eso tiene un impacto directo sobre el descanso de las personas que sufren algún tipo de alergia.

«Los síntomas de alergia como la rinitis o la congestión nasal, el picor de ojos y de garganta, los estornudos, la tos o la se sensación de dolor torácico con pitos y falta de aire pueden predominar por la noche, dificultando la respiración y alterando el sueño. La congestión nasal, por ejemplo, puede provocar que cueste conciliar el sueño más de lo habitual; y la tos suele provocar despertares abruptos y fraccionar el sueño, por lo que muchas veces en esta época del año es más fácil experimentar fatiga, cansancio y sensación de somnolencia durante el día», argumenta Troncoso.

A esto, según la portavoz de la SES, se une el hecho de que muchos fármacos antialérgicos orales eficaces para aliviar síntomas como la congestión nasal, los estornudos y el picor de ojos, tienen el inconveniente de provocar somnolencia.

«Los antialérgicos de segunda generación menos, pero incluso con ellos hay personas que notan la somnolencia, por lo que hay que tener cuidado sobre todo al realizar actividades de riesgo o conducir», señala Troncoso, que explica que si los síntomas de alergia predominan por la noche, es recomendable tomar el fármaco antes de acostarse, «ya que así el sueño será de mejor calidad y, si se produce somnolencia, estaremos durmiendo».