La Sepsis o septicemia afecta cada año en España a 50.000 personas, de las que 17.000 mueren, según la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
Su detección temprana es vital, dado que, por cada hora de retraso en la correcta administración de antibióticos, la supervivencia disminuye aproximadamente un 7,6%.
La Sepsis o septicemia puede llegar a ser una enfermedad mortal. Ésta se produce cuando el cuerpo produce una reacción inmunitaria exacerbada ante una infección bacteriana. Con el objetivo de acabar con la infección ocasionada por la bacteria, el organismo libera sustancias químicas que pueden provocar coágulos y filtración de vasos sanguíneos. Como consecuencia, el flujo sanguíneo disminuye y los órganos reciben menos oxígeno y menos nutrientes. En algunos casos esto provoca fallos en los órganos y puede llevar al paciente a sufrir un shock séptico y a la muerte.
Por lo tanto la sepsis o septicemia es una enfermedad potencialmente mortal y siempre grave que supone todo un desafío en los hospitales, por lo que es necesario que se diangostique cuanto antes para comenzar el tratamiento en un estadio lo más inicial posible.
Según datos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, la sepsis afecta cada año a 50.000 personas en España y 17.000 acaban falleciendo
¿Cómo se produce la sepsis?
La sepsis surge como una infección de una bacteria principalmente. Pero algunos hongos y algunos virus también pueden producir sepsis, aunque las bacterias sean la fuente más habitual.
Algunas infecciones tienen más riesgo de dar lugar a una septicemia. Las más frecuentes son:
- Neumonía
- Infección abdominal
- Infección renal
- Infección del torrente sanguíneo (bacteremia)
Normalmente la sepsis es producida por una bacteria, aunque también la pueden provocar hongos y virus
Síntomas de la Sepsis
De manera general la sepsis tiene tres etapas: el inicio de la septicemia, la septicemia grave y el shock septicémico. Lo ideal es diagnosticarla en el primer estadio para evitar que avance hasta ser más peligrosa y potencialmente mortal.
Los síntomas de la sepsis más habituales son:
- Fiebre
- Escalofríos
- Ritmo cardiaco acelerado
- Desorientación o confusión
- Sarpullido
- Respiración rápida
Cuando aparecen estos síntomas, el médico tratará de confirmar el diagnóstico de sepsis o septicemia mediante un análisis de sangre para comprobar si hay signos de infección y para comprobar el número de glóbulos blancos en sangre.
El shock septicémico se da cuando aparecen todos los síntomas de la septicemia grave y además se produce una bajada importante de la presión arterial. Es la fase más grave de la enfermedad.
Sepsis: tratamiento
Lo más importante para su correcto tratamiento y por tanto recuperación, es diagnosticarla en una fase inicial y no dejarla convertirse en la enfermedad grave que puede llegar a ser.
Las personas que padecen septicemia grave deben ser tratadas en la unidad de cuidados intensivos de un hospital, ya que se trata de una enfermedad muy rápida y complicada. Normalmente se requerirá de medicamentos de distintos tipos. Por un lado los antibióticos son necesarios para luchar contra la infección. Normalmente se recurre a antibióticos de amplio espectro en un inicio y por vía intravenosa. Además si la presión arterial continúa muy baja se recurrirá a vasopresores. También en algunos casos son necesarios corticoesteroides.
Sepsis: esperanza en el big data y la inteligencia artificial
El uso del big data y la inteligencia artificial está resultando de gran utilidad para la mejora de los resultados en salud. Más concretamente, para mejorar la detección precoz de la sepsis, como se describe en un pequeño número de estudios realizados en los últimos dos años, y también como sugieren los datos preliminares del proyecto BISEPRO – cuya fase piloto se lleva a cabo en el Hospital Universitario Son Llàtzer, en Palma de Mallorca-, con la utilización de un sofisticado algoritmo para lograr la detección precoz de la sepsis.
Esta iniciativa arroja las primeras evidencias que apuntan al potencial de la combinación de estas nuevas tecnologías, junto con los datos y conocimientos científicos y la colaboración público-privada, para el diseño de un proyecto que puede reducir errores en el diagnóstico y obtenerlo más rápidamente. De esta manera, se permite a los profesionales sanitarios y al sistema asistencial una aplicación más temprana de medidas terapéuticas y, en consecuencia, un aumento de las posibilidades de salvar la vida del paciente.
Presentado hoy en Madrid, el proyecto pone las tecnologías más innovadoras al servicio de las evidencias científicas disponibles, los resultados en salud y el mejor arsenal terapéutico disponible. Está liderado por la Unidad Multidisciplinaria de Sepsis del Hospital Universitario Son Llàtzer, en Palma de Mallorca, y ha sido desarrollado con el soporte tecnológico del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), centro especializado en I+D+i pionero en inteligencia artificial, con la colaboración y participación activa de MSD y el apoyo de la Consejería de Sanidad balear y de la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de las Islas Baleares (idISBa).
Se ha hecho un primer análisis retrospectivo que permitió evaluar la capacidad predictiva de estas técnicas en la detección de la sepsis y desarrollar diferentes algoritmos. Posteriormente, se realizarán dos fases prospectivas: la primera de detección precoz aprovechando los resultados obtenidos en la fase previa; mientras que, en la segunda fase, se trabajará para que esta herramienta ayude a los clínicos en la toma de decisiones en tiempo real, con un enfoque integral del diagnóstico – terapéutico y de manejo de la sepsis. El objetivo también es la implantación del programa en los hospitales de la red pública de las Islas Baleares.
La Unidad de Sepsis del Hospital Son Llàtzer, pionera en Europa, ha incorporado a su protocolo habitual – el Código Sepsis – un software que chequea, asocia y analiza en tiempo real los datos de miles de pacientes. Hasta el momento, han sido tratados los datos, de manera retrospectiva, de cerca de 60.000 personas que han pasado por el centro los últimos cuatro años. Utiliza más variables y fuentes de datos adicionales a las que suelen consultar los clínicos. De esa manera se une información clínica, analítica, farmacológica, microbiológica y de antecedentes personales.
«Esta tecnología permite ver más allá de lo que un clínico por sí solo puede ver; hace asociaciones mucho más rápidas de las que podemos hacer nosotros y amplía el abanico de variables y posibilidades ya descritas en la literatura científica pero que el médico no siempre puede tener en cuenta a la hora de hacer un análisis en su proceso de diagnóstico; por tanto, ofrece información más real de qué les sucede a los pacientes, y esto nos ayuda a diagnosticarlos mejor y de manera más rápida y eficiente», declara el doctor Marcio Borges, coordinador de la Unidad de Sepsis del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Son Llàtzer y Coordinador Nacional del Código Sepsis
Una de las principales novedades que incorpora este sistema respecto a otros métodos es que, mediante técnicas de big data e inteligencia artificial, no se limita solo a hacer un análisis retrospectivo, sino que lo hará también de manera prospectiva a través de un modelo piloto que acaba de iniciarse, es decir, utilizando la información disponible para poder hacer una predicción más precisa y certera. “Una de sus ventajas fundamentales –subraya el doctor Borges- es su potencial para no dejar de ‘aprender’ de los datos acumulados (técnicas de machine learning), tanto de los pacientes que presentan sepsis como los que no, de modo que el mismo sistema se va perfeccionando y va creando cada vez más algoritmos, lo que implica que los resultados son más fidedignos”.
La mortalidad en sepsis aumenta un 8% por cada hora de retraso en aplicar tratamiento
En España se producen al año 175.000 casos de sepsis, 50.000 de ellos graves, provocando la muerte a unas 17.000 personas. Estas cifras la convierten en un auténtico problema de salud pública. El impacto sanitario y económico de este proceso y la importancia de aplicar medidas para mejorar el diagnóstico han sido aspectos debatidos durante la sesión “Retos y oportunidades en la gestión de la sepsis”, organizada con el apoyo de Beckman Coulter, en el marco del 21 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), celebrado del 8 al 10 de mayo en Santiago de Compostela.
La sepsis se produce por una respuesta inmune anómala a una infección, que puede ser común, habitualmente provocada por bacterias, aunque también por virus, hongos y parásitos. Su detección temprana es vital para poder aplicar el tratamiento lo antes posible y evitar la muerte del afectado.
“El diagnóstico precoz de la sepsis es fundamental, ya que se trata de una enfermedad tiempo dependiente en la que cada hora de retraso en la instauración del tratamiento adecuado aumenta en un 8% la mortalidad del paciente”, afirma uno de los ponentes, el doctor Juan González del Castillo, coordinador de Grupo de Infecciones de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (INFURG-SEMES) y facultativo Especialista de Área del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Para agilizar el diagnóstico de este proceso, está jugando un papel destacado el conocimiento de nuevos marcadores biológicos que permiten mejorar la identificación de estos pacientes. “El desarrollo de biomarcadores más sensibles y específicos ha permitido mejorar no solo la identificación precoz de los pacientes, incluso adelantándose a su deterioro clínico, sino también monitorizar la respuesta al tratamiento administrado, permitiendo su ajuste en caso necesario”, explica este especialista.
En los últimos años, han aparecido diversas moléculas que pueden ayudar en el diagnóstico de la sepsis, como la proteína C reactiva (CRP, por sus siglas en inglés), la procalcitonina (PCT), la pro-adrenomedulina o el TNF; sin embargo, ninguna de ellas ha demostrado por si sola ser un marcador específico de sepsis, según la doctora Neus Robert, médico adjunto del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), también participante en la sesión del Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria. “El futuro probablemente pasa por encontrar un biomarcador que, junto con algunos parámetros clínicos, nos ayude a realizar el diagnóstico de una forma más precoz”, apunta.