En un mundo donde las enfermedades crónicas están en aumento, la importancia del apoyo familiar en el manejo de condiciones como la diabetes no puede ser subestimada.
Juan Francisco Perán, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), destaca la necesidad de reconocer el papel vital que desempeña la familia en el cuidado y bienestar del paciente. Con la llegada del Día Internacional de la Familia, que se celebra cada 15 de mayo, FEDE aprovecha la oportunidad para recordar la importancia del respaldo emocional, práctico y social que ofrece la familia a aquellos que luchan contra la diabetes.
En un informe reciente de la Plataforma Cronicidad Horizonte 2025 (CH2025), se revela que más del 54,3% de la población española mayor de 15 años vive con alguna enfermedad crónica. Dentro de este grupo, más de 5 millones de personas lidian diariamente con la diabetes. Este número no solo representa una carga significativa para los individuos afectados, sino también para sus familias, que desempeñan un papel crucial en su manejo.
La familia, además de brindar apoyo emocional, desempeña un papel práctico fundamental en la gestión de la diabetes. Desde acompañar al paciente a las citas médicas hasta ayudar con la administración de medicamentos y la implementación de cambios en el estilo de vida, su contribución es inestimable. Además, adaptar el entorno familiar para satisfacer las necesidades específicas del paciente es esencial para garantizar su comodidad y seguridad.
Uno de los aspectos menos reconocidos, pero igualmente importantes del apoyo familiar es su impacto en la salud mental y emocional del paciente. El estrés y la ansiedad son compañeros constantes para quienes viven con diabetes, y el respaldo emocional brindado por la familia puede ayudar a reducir estos efectos adversos. La sensación de no estar solo en esta batalla puede marcar la diferencia entre una gestión exitosa de la enfermedad y un desgaste emocional abrumador.
En este sentido, es fundamental que las familias estén informadas y capacitadas para brindar el mejor apoyo posible. La educación sobre la enfermedad, incluidos los síntomas, el tratamiento y la prevención de complicaciones, es esencial para que puedan comprender completamente las necesidades del paciente y colaborar eficazmente en su cuidado.
Además, el reconocimiento y la celebración del papel de la familia en el manejo de la diabetes no deben limitarse a un solo día del año. Es un compromiso continuo que requiere comunicación abierta, paciencia y empatía por ambas partes. Juntos, pacientes y familias pueden enfrentar los desafíos de la diabetes con determinación y esperanza.
En conclusión, en un momento en que la diabetes y otras enfermedades crónicas están en aumento, es más importante que nunca reconocer y valorar el papel crucial que desempeña la familia en el cuidado de los pacientes. Su apoyo emocional, práctico y social es un pilar fundamental en el manejo de la diabetes y contribuye significativamente a mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición. En este Día Internacional de la Familia, honramos su dedicación y compromiso, y reafirmamos nuestro compromiso de trabajar juntos hacia un futuro más saludable y esperanzador para todos.
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