Jorge Mestre: «Nuestro SNS no está estructurado para la “cronicidad”, pero hay buenas experiencias, en España y fuera, que muestran que las estrategias de mejora de procesos de decisión de primaria son altamente coste-efectivas»

Jorge Mestre es uno de los mayores expertos en economía de la salud en nuestro país. Miembro del Steering Committee del Instituto ProPatiens, hablamos con él sobre el SNS, las propuestas del nuevo gobierno y, por supuesto, sobre las asociaciones de pacientes y su papel en el sistema sanitario.

-Tenemos uno de los mejores, sino el mejor, SNS, que tiene por delante grandes retos como es el de convertirse en un sistema enfocado a la cronicidad, ¿de qué forma se debería hacer esto desde un punto de vista económico?

 -Existen varias publicaciones con comparativas internacionales que efectivamente confirman que nuestro SNS es uno de los mejores del mundo, si no el mejor. También en los rankings sobre esperanza de vida España suele aparecer (muy) arriba. Así que a nivel macro, estamos muy bien. Y encima, dedicando menos recursos económicos que otros muchos países de nuestro entorno. Por lo tanto, podríamos decir que es un sistema (muy) coste-efectivo.

Entonces, ¿por qué nos preocupamos? Creo que uno de los problemas más importantes en nuestro país aparece si desgranamos con detalle las cifras, ya que vemos diferencias entre diversos puntos de España que no se pueden explicar de manera ‘razonable’. Y creo que la crisis ha agudizado estas diferencias y desigualdades.

Sobre crónicos más concretamente, el sistema creo que no está bien estructurado para la “cronicidad” – sin embargo, las buenas noticias es que ya tenemos muy buenas experiencias en España, y fuera de nuestras fronteras, que demuestran que las estrategias de mejora de los procesos de decisión de atención de primaria, con un enfoque en los pacientes crónicos, son altamente coste-efectivas. Para que estas experiencias se generalicen, tiene que existir voluntad de cambio por parte de todos los agentes involucrados.

También es cierto que existe mucha cobertura mediática sobre la atención secundaria (hospitales), y en especial algunas áreas terapéuticas, como la oncología, en parte por el precio de los nuevos tratamientos – esto implica, desde mi punto de vista, que una proporción importante de recursos se utilicen para manejar el gasto sanitario hospitalario, incluido el farmacológico, “descuidando” la atención primaria y los pacientes crónicos. Sin embargo, no hay que olvidar que, gracias a los avances tecnológicos, muchas de estas enfermedades de atención hospitalaria se han convertido en “enfermedades crónicas”, por lo que refuerza aún más si cabe la importancia de mejorar la atención primaria.

«Nuestro SNS a nivel macro está muy bien, es un sitema muy coste-efectivo. Pero creo que uno de los problemas más importantes aparece si desgranamos con detalle las cifras, ya que vemos diferencias entre diversos puntos de España que no se pueden explicar de manera «razonable»

-El nuevo gobierno tiene varios objetivos en materia de sanidad, uno de ellos es eliminar los copagos. ¿qué consecuencias tendrá esto para el sector y para el SNS?

-Tenemos que clarificar qué objetivos se persiguen con el copago. Y también es importante definir a que copago nos estamos refiriendo, ya que existen múltiples variedades. Sobre el copago para medicamentos con receta con dispensación en farmacias, desde mi punto de vista se debe de perseguir un uso racional del medicamento, sin fines recaudatorios. En economía de la salud, hablamos de que el copago sirve para regular la demanda, ya que si los medicamentos fueran ‘gratuitos’ (es decir, el paciente no paga nada por ellos), tendríamos un consumo excesivo. Por lo tanto, el copago debería de actuar como modulador de esa demanda, para que se consuma el numero apropiado de medicamentos, ni más ni menos.

Sin embargo, en la práctica, debemos evitar situaciones donde el paciente no recoge la medicación sencillamente porque no puede pagarla – en estos casos, el copago debería eliminarse, para asegurarse que el paciente no se enfrenta a barreras económicas para acceder a la medicación que necesita.

Otro tema más complejo es si el copago debería de depender de la renta y del estado laboral (activo vs pensionista), o solo del estado laboral. Como economista, defendería la primera opción; es decir, que el copago dependa de la renta, y no necesariamente de si el paciente es activo o pensionista. Además, se debería incluir exenciones para aquellos pacientes con menos recursos, eliminando el copago en estos casos (como he comentado anteriormente), o poniendo límites a la cantidad a pagar por el paciente (cada mes, por ejemplo). Aconsejo al lector a leer este magnífico blog sobre el tema de unos colegas (¡y amigos!) de profesión: Nadaesgratis.es 

«El copago para medicamentos con receta con dispensación en farmacias, desde mi punto de vista, se debe perseguir un uso racional del medicamento, sin fines recaudatorios»

Recomendación:

Blog Nadaesgratis.es

«El rol del paciente en las distintas etapas del ciclo de vida de una tecnología sanitaria no está bien definido. Es necesario explorar alternativas para mejorar el rol del paciente y las asociaciones de pacientes»

 -Cuando hablamos de sector, deberíamos incluir en él a un agente que a menudo se olvida, las asociaciones de pacientes. ¿de qué manera podrían estas contribuir a una mejora del SNS?

-En la actualidad, afortunadamente, avanzamos hacia un paciente empoderado, formado, con capacidad para opinar y decidir sobre aspectos de su salud y bienestar. Sin embargo, el rol del paciente en las distintas etapas del ciclo de vida de una tecnología sanitaria no está bien definido. Es necesario explorar alternativas para mejorar el rol del paciente y las asociaciones de pacientes.

Y como punto de partida, sugiero empezar con las recomendaciones de EUPATI sobre el rol del paciente (definido de manera global e incluyendo a las asociaciones de pacientes) en las diversas etapas de la tecnología sanitaria, que incluirían:

  1. Investigación y desarrollo (I+D), incluido los aspectos alrededor de ensayos clínicos, y el rol del paciente en su diseño, variables de resultados, Patient Reported Outcomes (PROs), comités éticos, entre otros.
  2. Autorización por agencia regulatoria – p. ej. la participación del paciente en la EMA está regulado por ley europea y ya existen varios mecanismos por los cuales los pacientes están representados en la EMA (Grupo de Trabajo, Comités Científicos, etc.)
  3. Evaluación de tecnologías sanitarias y acceso – en esta etapa el rol del paciente aun no está bien definido de manera sistemática, aunque también es cierto que existen varias agencias, como el NICE en Inglaterra, donde la voz del paciente si tiene un rol importante en las deliberaciones.
  4. Difusión de las tecnologías sanitarias, por ejemplo, a través de guías de practica clínica. En esta etapa el rol del paciente tampoco queda muy bien definida en el contexto actual.

Desinversión, decisión muy importante al final del ciclo de vida de la tecnología, si se queda obsoleta. Los procesos para la desinversión están generalmente poco implantados por lo que el rol del paciente está muy limitado, aunque también sería importante saber desde el punto de vista del paciente las implicaciones de dejar de financiar ciertos tratamientos

-¿Qué papel deberían ocupar las asociaciones de pacientes?

-Las asociaciones de pacientes deben ser el soporte para todos esos roles del paciente que comentamos arriba.  

 

-¿Qué opinas de iniciativas como el Instituto ProPatiens?  

-Si queremos un “paciente informado”, que tenga importancia en la toma de decisiones, es necesario que las Asociaciones de Pacientes se desarrollen y profesionalicen para asegurar que sus aportaciones durante todas las decisiones que se toman a lo largo del ciclo de vida de un tratamiento sean de alto valor añadido. Por lo tanto, iniciativas como el Instituto ProPatiens son extremadamente bienvenidas, ya que ofrecen colaboraciones que pueden ser beneficiosas para mejorar la importancia del paciente en el SNS.

Si queremos un “paciente informado”, que tenga importancia en la toma de decisiones, es necesario que las Asociaciones de Pacientes se desarrollen y profesionalicen para asegurar que sus aportaciones durante todas las decisiones que se toman a lo largo del ciclo de vida de un tratamiento sean de alto valor añadido