La semFYC reclama incorporar programas para el diagnóstico precoz de trastornos relacionados con las nuevas tecnologías

La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha recomendado al Sistema Nacional de Salud (SNS), incorporar medidas para detectar de forma precoz aquellos trastornos que causa la adicción a las nuevas tecnologías.

Expertos de la semFYC, han pedido al SNS incluir un abordaje familiar para el tratamiento de este tipo de dependencias especialmente en adolescentes. También reclaman formación, conocimientos y herramientas para que los profesionales de la salud puedan detectar estos problemas de forma precoz.

 «Es imprescindible tratar a la familia nuclear entera en el abordaje del uso disfuncional de la tecnología por parte de adolescentes», ha señalado el psicólogo coordinador del Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas de Madrid y ponente del Congreso de Comunicación y Salud de la semFYC, José Moreno Ortiz, que hasta el sábado reúne en Santander a 400 congresista, a Europa Press.

Además de cómo detectar más rápido este tipo de trastornos, también se han apuntado datos relativos a la presencia de distintos tipos de violencia en la mayoría de los casos: «En torno al 70-80 por ciento de los casos tratados de adicción tecnológica en adolescentes se presentan formas de violencia ascendente (de hijos a progenitores) y, en la gran mayoría de los casos, se da algún tipo de violencia descendente (de progenitores a hijos)», señaló Ortiz.

A pesar de los datos, desde la semFYC se lamentan de que los profesionales de la salud «no tienen herramientas ni conocimientos para abordar adecuadamente la detección precoz, ni el abordaje de este tipo de patologías».

Entre los consejos que los expertos trasladan al ámbito familiar, destacan la importancia de hablar del uso de las tecnologías antes de tenerlas, así como acordar una regulación orientada al uso responsable y moderado de la tecnología, y «siempre teniendo en cuenta que la regulación cubre a todos los miembros de la familia».

Otra de las recomendaciones generales que se proponen es tener los dispositivos en sitios comunes de la casa y evitar que los adolescentes vayan a dormir con el teléfono.