Los expertos recomiendan ejercicios para fortalecer el suelo pélvico para evitar pérdidas de orina, especialmente tras el parto.
Aunque es un problema muy frecuente en las mujeres, los defectos en el suelo pélvico siguen siendo un tema tabú para muchas de ellas.
Uno de los defectos más comunes y que más se suele ocultar socialmente es el de la incontinencia urinaria, que aparece después de los partos y va empeorando con el tiempo si no se pone remedio.
Con el objetivo de discutir y tratar nuevas formas para abordar estos problemas, el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Zambrano, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario HM Puerta del Sur, junto con la Unidad de Suelo Pélvico del mismo centro, organizó una sesión sobre “Corrección quirúrgica de defectos de suelo pélvico. Nuevas técnicas”, y contó con la presencia del Dr. Tobías Tan Tjen, del St. Johannes Hospital de Dortmund, en Alemania.
El Dr. Rodríguez Zambrano explica que estos defectos se deben a la especial anatomía de la mujer: “La mujer tiene una ‘hernia fisiológica’ que es la vagina, que sirve de canal de parto. Esta ‘hernia’ está rodeada por una serie de músculos y ligamentos que impiden que el contenido abdominal en contacto (útero, vejiga y recto) se hernie hacia el exterior a través de la vagina. Pero cualquier debilidad en estos elementos de sujeción producidos por los partos, el ejercicio físico o por el paso de los años, motiva estos problemas”.
En estos casos, la vida cotidiana de la mujer se ve tremendamente afectada, ya que las pérdidas de orina al principio aparecen al realizar grandes esfuerzos físicos, pero paulatinamente van surgiendo ante esfuerzos cada vez menores. “Esto les provoca vergüenza y la suspensión de algunas actividades. Además, si el problema se agrava empezará a notarse prolapso de la vejiga y del recto a través de la vagina, notando tumoraciones en el introito vaginal”, señala el Dr. Rodríguez Zambrano. Todo ello limita su actividad física, deportiva, social y sexual, incluso se incrementa el riesgo de infecciones de repetición, tanto de orina como vaginales, añade.
Cómo evitar los problemas de suelo pélvico
El Dr. Rodríguez Zambrano insiste en que la mejor manera de evitar la aparición de estos defectos es la prevención activa. “La mujer debe estar informada del problema, debemos preguntarle en la consulta, obviando tabúes y vergüenzas de antaño y formarlas a través de fisioterapeutas especializados en el trabajo de la musculatura del suelo pélvico y dándoles pautas de cómo actuar en su actividad cotidiana”.
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Asimismo, apunta, debe estar familiarizada con las abdominales hipopresivas y evitar en lo posible los esfuerzos de prensa abdominal sin contracción perineal, especialmente tras los partos. “Nosotros a todas las pacientes tras los partos les ofrecemos la rehabilitación de suelo pélvico como prevención de estos problemas. De hecho, todas las mujeres deberían rehabilitar su suelo pélvico después de cada parto”, asegura el experto.
Cirugía para solucionar los defectos de suelo pélvico
Cuando la prevención no ha surtido efecto se puede recurrir a ciertos elementos protésicos o a la cirugía. Actualmente está en auge la utilización de técnicas de láser vaginal, que actúan sobre otra parte también muy importante del problema, la vagina. “Estas técnicas con láser devuelven a la vagina su consistencia normal en aquellos casos de hiperlaxitud tras los partos, que es el origen de una gran parte de las incontinencias leves tras un esfuerzo”, afirma el Dr. Rodríguez Zambrano.
La cirugía deberá reservarse para aquellos casos en que todo lo anterior ha fallado. Las técnicas quirúrgicas son diversas y están en una constante evolución, ya que ninguna es efectiva al 100%. El Dr. Rodríguez Zambrano destaca que “hay que adaptar la técnica al problema de la paciente, a su edad y a sus características. Por ejemplo, si tenemos que colocar mallas de sujeción hay que reservar esta técnica a que la mujer haya cumplido su deseo de ser madre y condicionarla a su actividad física y sexual”. Últimamente se están prodigando técnicas muy efectivas y más fisiológicas que minimizan en gran parte los efectos de otras técnicas anteriores. El abordaje laparoscópico de estas técnicas y una mejor comprensión de la fisiología y anatomía del suelo pélvico están ayudando a ello.