La telemedicina se ha vuelto más común dada la actual pandemia mundial respondiendo correctamente a las consultas y reduciendo tiempos de espera del paciente
La telemedicina se ha vuelto más común dada la actual pandemia mundial. El COVID-19 ha limitado las visitas a los centros de salud y a los hospitales para garantizar la seguridad de todos. Pero en lugar de disminuir la calidad de la atención, un nuevo estudio publicado en la revista científica ‘Information Systems Research’ ha apuntado que un uso cada vez más amplio de la telemedicina en Urgencias puede dar resultados positivos tanto para los pacientes como para los médicos.
El estudio ha examinado todas las visitas a las Urgencias en Nueva York entre 2010 y 2014. Los investigadores encontraron que, en promedio, la disponibilidad de telemedicina en las Urgencias reduce significativamente la duración promedio de la estancia de los pacientes, lo que se debe en parte a la asignación flexible de recursos.
El hacinamiento en las Urgencias es un problema común y persistente. No solo es costoso para los hospitales, sino que también compromete la calidad de la atención y la experiencia de los pacientes. Los autores del estudio, Susan Lu de la Universidad de Purdue, Shujing Sun de la Universidad de Texas en Dallas y Huaxia Rui de la Universidad de Rochester, afirman que encontrar formas de mejorar la prestación de la atención en las Urgencias es importante, siempre y cuando funcione realmente.
«La adopción de la telemedicina lleva a una mayor reducción de la duración de la estancia en Urgencias cuando hay un aumento de la demanda o una escasez de oferta. Esta mejora no se produce a expensas de la calidad de la atención o del coste para el paciente», explica Lu.
Los autores replicaron sus hallazgos usando datos anuales de hospitales de EEUU y encontraron que la adopción de la telemedicina en Urgencias también redujo significativamente el tiempo de espera de los pacientes promedio, lo que sugiere que la reducción de la estancia de los pacientes proviene parcialmente de la reducción del tiempo de espera.
«La pandemia ha mostrado a los hospitales la gran promesa de la aplicación de la telemedicina y es de esperar que pueda ayudar a poner en marcha el proceso para ayudar a más centros médicos a utilizar esta tecnología en las salas de urgencias y en otros lugares. Los encargados de la formulación de políticas también pueden desempeñar una función reduciendo las barreras reglamentarias que impiden una utilización más amplia de la telemedicina y creando incentivos que alienten a los hospitales a adoptar más ampliamente la telemedicina en las salas de urgencias», concluye Lu.