Las graves complicaciones que pueden derivarse en enfermedades que en apariencia cursan leves -y prevenibles mediante vacunaci贸n- suponen un importante impacto en la calidad de vida y considerables gastos para el sistema sanitario.
No existen dudas acerca de la importancia de la vacunaci贸n en la infancia como la mejor f贸rmula para la prevenci贸n de enfermedades infecciosas, as铆 como de sus posibles complicaciones.
De ah铆 que los pediatras recomienden su administraci贸n y defiendan el acceso de las familias a las mismas, dado que invertir en vacunas es invertir en la protecci贸n de los ni帽os, en salud y en contribuir a la sostenibilidad del sistema. Aunque la inversi贸n inicial en vacunas es significativa, los beneficios en el largo plazo, con la reducci贸n de la incidencia de las enfermedades inmunoprevenibles, son tremendamente importantes.
Las enfermedades infantiles pueden suponer un alto coste para el sistema sanitario y los pediatras recomiendan la vacunaci贸n porque ven la parte m谩s complicada de enfermedades que, a priori, pueden cursar de forma leve pero que no est谩n exentas de complicaciones graves que pueden conducir a ingresos hospitalarios y sufrimiento para ni帽os y padres.
Esto lleva indudablemente a costes sanitarios m谩s elevados y tiene un gran impacto en la calidad de vida del ni帽o afecto y de sus familiares, generando una gran demanda asistencial con importantes repercusiones econ贸micas para la comunidad y sus familias.
Por todo ello, se hace fundamental el acceso a las vacunas pedi谩tricas, incluso a aquellas que no forman parte de los calendarios oficiales de vacunaci贸n, pero cuya administraci贸n est谩 recomendada y avalada cient铆ficamente.
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La importancia de desarrollar un calendario de vacunaci贸n exactamente igual para todas las Comunidades Aut贸nomas, pero que sea de m谩ximos, no de m铆nimos y que contemple todas las vacunas por segmentos de edad es determinante
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El hecho de que algunas vacunas no cuenten con financiaci贸n -por ejemplo las de la varicela, el neumococo o el rotavirus- supone el riesgo de la no vacunaci贸n en un porcentaje elevado de ni帽os.
Los pediatras defienden por tanto una 贸ptima vacunaci贸n en la infancia por su impacto en la prevenci贸n de patolog铆as infecciosas y los ahorros que genera sobre el sistema sanitario. El coste de cualquier intervenci贸n que se realice en Espa帽a, ajustada a a帽os de vida por discapacidad, tiene que ser inferior a los 23.000 d贸lares por habitante y a帽o dicen los expertos. Por ejemplo, en el caso del papilomavirus el coste aproximado ser铆a de 8.000 d贸lares por a帽o de vida ajustado por discapacidad, lo que presupone que esta medida es tremendamente eficiente.
No perdamos de vista la gran aportaci贸n de las vacunas a la historia de la Medicina, por ello, es importante aunar esfuerzos para mantener altas coberturas de vacunaci贸n infantil actuales 鈥揺n torno al 95%- que eviten la circulaci贸n de los virus y la reaparici贸n de enfermedades infecciosas, as铆 como sus graves consecuencias sobre la salud del beb茅. En este sentido, los expertos se帽alan el papel clave de la sanidad privada en 茅pocas en las que los recursos sanitarios son limitados, la sanidad privada ofrece a los padres la posibilidad de acceder a las vacunas no financiadas y recomendadas por los pediatras en beneficio de la correcta protecci贸n de su beb茅, y de los que le rodean.
