La Organización Médica colegial recuerda que la Covid-19 ha sido, «y sigue siendo», una pandemia de efectos «devastadores»
La Organización Médica Colegial (OMC) ha respaldado el programa de vacunación Covid-19 de las autoridades sanitarias españolas, y ha apelado a la responsabilidad y solidaridad de los ciudadanos, a participar activamente para protegerse y proteger a los demás.
«Debemos reforzar la cohesión institucional para generar confianza y promover la participación de la ciudadanía. Hay que vacunarse. Todas las evidencias disponibles de los ensayos clínicos con las nuevas vacunas para SARS-COV-2 arrojan resultados positivos de eficacia y seguridad que están llevando progresivamente a las agencias reguladoras a aprobar su utilización», han dicho desde el organismo.
En este sentido, los médicos han recordado que el Covid-19 ha sido, «y sigue siendo», una pandemia de efectos «devastadores», tanto por su propia morbimortalidad como por la sobrevenida por la saturación de los servicios sanitarios, y por el bloqueo de la actividad social y económica de las naciones.
«No hay referentes similares en el pasado reciente; el mundo profesional y científico ha respondido al reto global con una enorme inversión de talento y recursos, que ha permitido construir en un tiempo cortísimo instrumentos y medios diagnósticos, de manejo y tratamiento clínico y, ahora, de vacunación. La descomunal dimensión del reto al que nos enfrentamos obliga a buscar formas de aligerar y acelerar el paso del conocimiento a la acción«, han añadido desde la OMC.
Así, han señalado que en el ámbito de las vacunas se debe extremar la seguridad y el control de los posibles efectos secundarios que puedan ocasionarse en su aplicación a personas sanas. No obstante, han recordado que los resultados de los ensayos clínicos en curso no parecen mostrar problemas de seguridad, si bien las agencias reguladoras harán el balance final con los resultados que reporten los laboratorios.
«Debemos hacer un depósito de confianza en las agencias reguladoras y en las autoridades sanitarias. Una confianza no ciega. Hay que exigir que la farmacovigilancia post-autorización se haga de forma solvente y sistemática, y que se recojan y analicen de forma continuada los datos del registro de vacunación, para hacer un seguimiento de la efectividad del programa. Insistimos: el reto al que nos somete la COVID-19 obliga a respuestas que no nos permiten utilizar los mecanismos habituales de decisión», han apostillado los médicos.
Y es que, prosiguen, el «enorme» daño sanitario, social y económico de la pandemia, obliga a considerar la «valiosa» contribución que pueden aportar las vacunas. «Siendo altamente verosímil que sean efectivas o muy efectivas, y razonablemente seguras o muy seguras, este balance se decantaría claramente hacia el consejo de vacunación poblacional universal, combinado con un seguimiento de efectividad y seguridad durante y después del programa de vacunación», han argumentado.
Por otra parte, la OMC ha comentado que en la situación actual, donde los plazos se han acortado, las fases de los ensayos se han solapado, algunos grupos etarios han sido infrarrepresentados, y las agencias reguladoras han tenido que actuar con mucha celeridad y presión del entorno, conviene actuar de forma proporcional y «no obligar» a vacunarse, sino persuadir e informar «claramente» a la población de las incertidumbres que acompañan a este programa de vacunación.
«Es fundamental respetar el derecho a tomar decisiones bien informadas por parte de la ciudadanía. La obligatoriedad de vacunar, que algunos han mencionado, no es una opción oportuna. En España las vacunas no son obligatorias, se han alcanzado coberturas muy altas mediante la persuasión y el convencimiento. Los principios de ética de salud pública aconsejan no usar medidas coercitivas, cuando hay otras posibilidades de actuación», han detallado los médicos.
En esta línea, enfatizan, poco habría que insistir a los médicos y otros profesionales sanitarios para que se vacunen. «Su dolorosa experiencia en la lucha contra la Covid-19 hará sin duda que sean los primeros colectivos motivados para vacunarse. No tiene sentido hacer obligatoria esta medida, que sería particularmente intrusiva en un colectivo que tiene una clara conciencia de su compromiso en la lucha contra la pandemia«, ha enfatizado.
Finalmente, los médicos han recordado estas medidas de protección y prevención posiblemente estén vigentes durante «bastante tiempo», ya que la posibilidad de que se erradique el SARS-COV-2 no parece previsible en un futuro próximo.
«En todo caso, la lucha contra la pandemia también aconseja activar la dimensión internacional, para que todo el mundo pueda acceder a tratamientos y vacunas, de manera que las amenazas globales a la salud se mitiguen y se aproxime más rápidamente la situación de control de la enfermedad. Una amenaza colectiva requiere solidaridad y abordaje global. Desde la OMC insistimos en la importancia del acceso universal a la vacuna y que los costes e intereses económicos no aumenten más la brecha entre ciudadanos del mundo. De esta pandemia salimos juntos», ha zanjado.