La meningitis B produciría una carga económica de entre 5 y 13 millones de euros en España (33.000 y 92.000 euros por caso)

Color vintage de los costos de atención médica. Estetioscopio y calculadora conceptuando los gastos derivados de los cuidados de un paciente que padece meningitis b

La meningitis B (MenB) es una enfermedad poco común, pero muy grave. Además de provocar graves secuelas, como discapacidades físicas y sensoriales e, incluso, la muerte, se ha comprobado que también provoca una alta carga económica para las familias que la sufren y, en general, para la sociedad española.

Así lo demuestra el estudio financiado por GSK “La carga económica de la enfermedad meningocócica invasiva causada por Neisseria meningitidis del serogrupo B en España”, en el que han participado economistas de la salud de varias instituciones académicas y que ha sido presentado en el II Congreso Digital de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

De acuerdo con este trabajo, la enfermedad meningocócica invasiva (EMI) causada por el serogrupo B, que es la más común en España1, tendría un coste total para la sociedad española que oscilaría entre los 4,7 y 13,1 millones de euros (33.484 y 92.768 euros por caso respectivamente), en función del método de estimación utilizado. Se trata de la primera vez que la carga económica de esta enfermedad se estima desde una perspectiva social.

La carga económica derivada de las secuelas (fuera de la fase aguda), supondría entre el 62 y el 77 % del coste total.

Para llegar a estas conclusiones, los autores adaptaron un modelo económico previamente publicado2 al entorno español, para calcular los costes específicos del diagnóstico y por edad en un horizonte temporal de toda la vida para una cohorte hipotética de casos de EMI por Meninigitis B. El análisis incluyó los costes directos asociados a la fase aguda de la enfermedad, las secuelas a largo plazo, los costes de rehabilitación y de respuesta de Salud Pública (profilaxis post-exposición en contactos cercanos al paciente). Los costes indirectos incluyeron las pérdidas de productividad asociadas, tanto por parte de los pacientes como de sus familiares, así como las muertes prematuras, y se estimaron mediante el Método del Capital Humano y el Método de Costes de Fricción. Entre las conclusiones, además de los costes totales y el coste medio por caso calculados para una cohorte de 142 pacientes, se destaca que la carga económica derivada de las secuelas (fuera de la fase aguda), supondría entre el 62 y el 77 % del coste total. Adicionalmente, el mayor coste directo por secuela fue debido al trastorno por déficit de atención con hiperactividad, seguido de la enfermedad renal y la epilepsia. En cuanto a la fase aguda, el mayor coste directo fue de 311.561€ (10.209 euros por caso) en niños del grupo de edad de entre 1 y 4 años, que es precisamente el grupo en el que más casos se registran y en el que se pueden producir secuelas más graves debido a su temprana edad.

Álvaro Hidalgo, director de WEBER, Economía y Salud y la Fundación WEBER y catedrático de la Universidad de Castilla La-Mancha, remarca la importancia de poner el foco en los costes indirectos de esta enfermedad, ya que “no solo lo asume el sistema nacional de salud sino, además, los padres de los niños, con bajas laborales y días de escuela perdidos”. Son precisamente las consecuencias de esta enfermedad lo que lleva al experto a aplaudir la inclusión de la vacunación de lactantes contra el meningococo B con Bexsero en países vecinos como Francia. Una iniciativa que, “permitirá reducir las infecciones meningocócicas que pueden evolucionar de forma rápida a un desenlace fatal y reducir así la carga de la enfermedad y la secuelas tanto para los niños, sus padres y el sistema sanitario francés”.

Además de este trabajo, otro estudio relacionado con la meningitis B y los factores económicos se ha presentado en marzo de este año en el X Congreso de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica. Se trata de la investigación “La relación entre la renta per cápita de las familias y el acceso a la vacunación con 4CMenB en España”. De acuerdo con sus resultados, el acceso a la vacuna multicomponente meningocócica del serogrupo B (4CMenB), que protege frente a la enfermedad meningocócica provocada por el meningococo B, estaría ligado al nivel de renta. En la actualidad, esta vacuna sólo puede ser adquirida por las familias a nivel privado dado que no cuenta con financiación pública a excepción de tres CCAA (Castilla y León, Canarias y Andalucía que recientemente ha anunciado su próxima inclusión) aunque sí está recomendada por la AEP para la vacunación de niños a partir de los 2 meses de edad. En este contexto, las diferencias en el nivel de renta de las familias pueden generar inequidades en el acceso a la misma.

Las conclusiones del estudio señalaron “una correlación positiva entre la ratio de ventas de la vacuna por nacimientos y la renta per cápita a nivel municipal, lo que sugiere que el acceso a la vacuna en España estaría asociado al nivel de renta, en el contexto de ausencia de financiación pública”, según explica uno de los autores, el economista de la salud Daniel Callejo.

Este riesgo de inequidad detectado es, además, especialmente relevante en el contexto actual producido por la pandemia. Callejo apunta que “éste es un elemento de debate adicional, pues hay que valorar las medidas preventivas que pueden minimizar, incluso erradicar, la carga de enfermedades infecciosas, garantizando el acceso equitativo a todos los segmentos de población. Es más, debemos tener en cuenta que el impacto socioeconómico producido por la COVID-19 sin duda aumentará las diferencias en el nivel de renta de las familias, por lo que la inequidad en el acceso a 4CMenB se verá acentuada. Esto podría conllevar una bajada de las coberturas de vacunación que a su vez podría producir un incremento en la aparición de brotes de meningitis causada por el serogrupo B en la población”.

Una historia llena de emoción y superación contra la meningitis

Incidencia y secuelas de la enfermedad meningocócica invasiva

La enfermedad meningocócica invasiva se desarrolla muy rápidamente en personas de cualquier edad previamente sanas. Los síntomas iniciales de la enfermedad meningocócica a menudo pueden parecerse a los de la gripe, lo que dificulta su diagnóstico. Aproximadamente 1 de cada 10 personas que contraen la enfermedad fallece, incluso con el tratamiento adecuado. Además, hasta un 20 % de los pacientes que sobreviven a una meningitis bacteriana presentan secuelas físicas o neurológicas importantes (amputaciones de miembros, discapacidad auditiva o convulsiones, entre otras)3.

En concreto, la enfermedad meningocócica bacteriana causada por el serogrupo B, frente a la que protege la vacuna 4CMenB, es la de mayor incidencia en España. En la última temporada epidemiológica de la que están disponibles los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (2018-2019), se comunicaron 153 casos de esta variante, la mayoría, en niños y adolescentes. Eso supone una incidencia de 0,33 casos por 100.000 habitantes, muy por encima de otros serogrupos, como el C, que hace 25 años era el más frecuente en España, pero que, tras la inclusión de la vacuna frente a este serogrupo en el calendario el numero de casos se redujo significativamente de modo que en la citada temporada el numero de casos totales fueron solo 37, con una incidencia de 0,08 casos por 100.000 habitantes4.