Los países han empezado a dar prioridad a la salud en sus esfuerzos por proteger a la población del impacto del cambio climático, pero solo una cuarta parte de ellos han podido aplicar plenamente sus planes o estrategias nacionales de salud y cambio climático, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con esta encuesta, los países informan de que la falta de financiación, el impacto de la COVID-19 y la insuficiente capacidad de recursos humanos son «los principales obstáculos para el progreso».
Sin embargo, el documento revela que más de tres cuartas partes de los países encuestados han elaborado o están elaborando planes o estrategias nacionales de salud y cambio climático.
%
Casi el 80% de las muertes causadas por la contaminación atmosférica podrían evitarse si los niveles actuales de contaminación atmosférica se redujeran.
Advierten de que la incapacidad de los países para proteger la salud del cambio climático «es más perjudicial para sus grupos más desfavorecidos».
Minorías étnicas, las comunidades pobres, los migrantes y desplazados, las personas mayores y muchas mujeres y niños
Alrededor del 85 por ciento de los países han designado un punto focal responsable de la salud y el cambio climático en sus ministerios de salud, mientras que en el 54 por ciento de los países, los ministerios han establecido un mecanismo de partes interesadas (como un grupo de trabajo o comité) sobre la salud y el cambio climático.
Alrededor de dos tercios de los países encuestados han llevado a cabo una evaluación de la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático y la salud o la están llevando a cabo, mientras que prácticamente todos (94 por ciento) los países incorporan consideraciones sanitarias en sus contribuciones determinadas a nivel nacional al Acuerdo de París.
«La nueva encuesta de la OMS pone de manifiesto cómo muchos países se quedan sin apoyo y sin preparación para hacer frente a los impactos sanitarios del cambio climático. Estamos aquí, en la COP 26, para instar al mundo a que apoye mejor a los países que lo necesitan, y para garantizar que juntos hagamos un mejor trabajo para proteger a las personas de la mayor amenaza para la salud humana a la que nos enfrentamos hoy en día», ha comentado la directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, María Neira.
Así, advierten de que la incapacidad de los países para proteger la salud del cambio climático «es más perjudicial para sus grupos más desfavorecidos, como las minorías étnicas, las comunidades pobres, los migrantes y desplazados, las personas mayores y muchas mujeres y niños».
«Los argumentos sanitarios para aumentar la acción climática son muy claros. Por ejemplo, casi el 80 por ciento de las muertes causadas por la contaminación atmosférica podrían evitarse si los niveles actuales de contaminación atmosférica se redujeran a las directrices de la OMS sobre la calidad del aire», ha añadido la española María Neira.
La encuesta de la OMS revela que la financiación insuficiente sigue siendo el principal obstáculo para la plena aplicación de los planes nacionales de salud y cambio climático, citado por el 70 por ciento de los países (frente al 56 por ciento en 2019). Las limitaciones de recursos humanos son el segundo mayor obstáculo, mientras que alrededor de un tercio de los países identificaron la falta de colaboración intersectorial como una barrera clave.
Alrededor de la mitad de los países informan de que la pandemia COVID-19 ha frenado el progreso en la lucha contra el cambio climático al desviar el personal y los recursos de salud, y «continúa amenazando las capacidades de las autoridades sanitarias nacionales para planificar y prepararse para las tensiones y los choques de salud relacionados con el clima».
El informe también señala una posible oportunidad perdida para identificar y optimizar los beneficios para la salud de los esfuerzos de adaptación y mitigación en otros sectores, que podrían haber alimentado una recuperación limpia y saludable de COVID-19: los determinantes estructurales y sociales de la salud, como la educación, la equidad, el género, la planificación urbana, la vivienda, la energía y los sistemas de transporte estuvieron representados en menos de la mitad de los mecanismos multisectoriales establecidos.
«El reto ahora es eliminar las barreras que impiden a los países finalizar y aplicar los planes», ha remachado Tara Neville, oficial técnico del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS y autora principal del informe de la encuesta.