Cáncer de cuello de útero, se puede y se debe prevenir

Médico viendo en pantalla de ordenador el órgano reproductor femenino en consulta con motivo del cáncer de cuello uterino o de cervix

El cáncer de cuello de útero es una patología especialmente frecuente en mujeres que han tenido contacto con el virus del papiloma, es el principal factor de riesgo de este proceso.

El papiloma virus (VPH) es un tipo de virus que puede ser transmitido mediante las relaciones sexuales y hay factores predisponentes identificados como pueden ser tener muchas parejas sexuales, mantener la primera relación sexual a una edad temprana, uso de anticonceptivos orales, tener abundantes hijos, contar con un sistema inmunitario débil, fumar….

En cualquier caso lo importante es tener claro que no toda persona, que tiene contacto con el VPH desarrollará indefectiblemente un cáncer de cuello de útero, ahora bien, también es cierto que es muy importante su diagnóstico precoz y su prevención mediante la vacunación correspondiente.

Además del cáncer de cuello de útero el VPH puede provocar otro tipo de cánceres genitales en las mujeres como el vaginal o el de vulva, además de verrugas genitales en hombres y mujeres, cáncer de pene y de ano.

Factores de riesgo del cáncer de cuello de útero

Para determinar un diagnóstico precoz, lo más importante es tener en cuenta los factores de riesgo del cáncer de cuello de útero y a partir de ahí estar atenta a los posibles signos y síntomas clínicos, entre los que se encuentran:

  • Sangrado vaginal.
  • Presencia de flujo vaginal inusual.
  • Posible dolorimiento pélvico y/o durante las relaciones sexuales.

Si bien hay que advertir que el hecho de padecer alguno de estos síntomas o todos en conjunto no determinan necesariamente la presencia de un cáncer de cuello de útero ya que estos síntomas y signos pueden aparecer en otras patologías.

Lo importante es ser consciente de esta patología y en caso de alguna alteración relacionada con este proceso acudir al médico especialista para que determine las pruebas diagnósticas que diferencien o confirmen la sospecha.

Cómo detectar el cáncer de cuello de útero

Entre las pruebas se encuentran la exploración física del aparato genital femenino y sus anejos (examen pélvico).

La Prueba de Pap (Prueba de Papanicolau) procedimiento para recoger células de la superficie del cuello uterino y la vagina que son examinadas bajo un microscopio para determinar si son anormales; prueba de genotipado del papiloma virus (VPH) que se realiza a través de la identificación del ADN viral presente en las células anormales identificadas en la prueba de Pap (los investigadores han encontrado que, cuando se usa una prueba conjunta de Papanicolaou y de ADN viral de VPH, el hecho de que se alargue el intervalo entre los exámenes selectivos de detección a cinco años permite detectar aun a tiempo las lesiones para tratarlas).

Colposcopia (se realiza con el colposcopio que es un instrumento que permite observar el interior de la vagina y el cuello del útero), legrado endocervical o biopsia son pruebas diagnósticas para el diagnóstico de confirmación.

Se estima que el cáncer de cérvix causa alrededor de 500.00 muertes anuales en todo el mundo, llegando a tener una incidencia de más del 40% en países en desarrollo. Es el segundo cáncer, en prevalencia, entre las mujeres y, contemplando ambos sexos juntos, ocupa el quinto lugar después del de mama, pulmón, colo-rectal y próstata.

Cáncer de Cuello de Útero y Virus de Papiloma Humano (VPH)

En los últimos años estos datos en la incidencia se han visto atenuados por la inclusión de métodos de “screening” o cribado y la implementación de vacunas frente a los tipos de Virus de Papiloma Humano (VPH) más oncogénicos (16 y 18), causantes de más del 90% de estos cánceres. Sin embargo, se ha comprobado que existen otros factores relacionados con el desarrollo de este tipo de lesiones en mujeres, muchos de los cuales no se observan en los procesos de cribado actuales.

Mas del 80% de los casos de infecciones cervicales por VPH remiten “espontáneamente” sin que supongan un trastorno mayor para la salud de la mujer. En el 20% restante, esta infección, prevalente en el tiempo, es la que puede generar lesiones en el epitelio cervical o, incluso, derivar en un cáncer. Este seguimiento en el tiempo es factible, únicamente, mediante métodos de genotipado, que permitan saber en cada momento el estado de la mujer.

Del mismo modo, la introducción de campañas de vacunación en la población variarán en un futuro cercano el mapa de prevalencias de los diferentes tipos de VPH, aun teniendo en cuenta que al parecer la protección que ofrecen no es del cien por cien dada la gran variedad de subtipos de VPH que existen. En este sentido, los métodos de genotipado se hacen imprescindibles a la hora de valorar la eficacia de las vacunas implementadas y de establecer nuevas prevalencias que promuevan la elección de más virus candidatos a ser introducidos en futuras vacunas.

Como pioneros en el genotipado del VPH, Genómica SAU (compañía española perteneciente al Grupo Zeltia) desde el año 2009 participa con sus productos dentro del programa de “Prevención y detección precoz del cáncer de cuello de útero” llevado a cabo por la Junta de Castilla y León. Hasta el momento, se han realizado más de 150.000 análisis de cribado y genotipado con su tecnología lo cual incidirá sin duda en una mayor y mejor prevención del cáncer de cuello de útero en esta Comunidad Autónoma. Las cifras y los datos seguro que lo refrendarán en un futuro próximo.