El presidente de la patronal de la industria farmacéutica innovadora en España (Farmaindustria), Juan López-Belmonte, ha descartado que el sector esté sufriendo problemas de suministro a raíz de la crisis generada por la pandemia de COVID-19, tal y como está ocurriendo en otras actividades económicas, como la del automóvil.
«Hasta la fecha no tenemos constancia de que haya problemas serios de suministro. Históricamente, siempre ha habido problemas relacionados con el tema de la fijación de precios, pero relacionado con la pandemia no tenemos información de que estemos sufriendo una falta de suministros similar a otros sectores. No existe un problema similar a otros sectores como el automovilismo o en el de las pinturas, que se produjo durante los meses del verano», ha defendido durante su intervención en el XVII Seminario Industria Farmacéutica & Medios de Comunicación.
En cualquier caso, y relacionado con las vacunas contra la COVID-19 como la de Moderna, ha apuntado que sí existe un cierto «cuello de botella» en algunos de los productos utilizados porque se distribuyen en plásticos o filtros que vienen del sudeste asiático, donde sí que hay un cierto atasco en la llegada de las materias primas.
López-Belmonte ha resaltado que la pandemia «ha sometido a una gran tensión» a la industria farmacéutica, tanto en su capacidad de producir como de distribución de medicamentos. «Hemos cumplido con muy buena nota. En colaboración muy estrecha con la Administración y el resto de agentes del sector, los medicamentos no faltaron en los momentos más críticos de la pandemia», ha reivindicado.
A nivel europeo, sin embargo, ha esgrimido que durante la pandemia «en muchos medicamentos ha habido realmente problemas serios para asegurar el suministro». Una de las causas, a su juicio, es que «quizá hay una excesiva dependencia para el suministro con ciertos países o áreas geográficas que no tienen las mismas realidades de juego que los países europeos».
«Por eso, en Farmaindustria nos planteamos que se podría generar el marco adecuado para recuperar parte de esa producción de medicamentos esenciales o estratégicos. Se ha constatado que hay un problema serio. Tenemos dos objetivos principales: dar más seguridad estratégica a nuestro sistema sanitario y reforzar nuestro tejido productivo, con las derivadas de creación de empleo y exportación que llevaría aparejadas», ha explicado.
La importancia de la ciencia durante la pandemia
El presidente de Farmaindustria ha señalado que durante la pandemia de la COVID-19 se ha puesto en evidencia la «estrecha vinculación entre salud, economía y bienestar». «Hemos experimentado hasta qué punto la salud está en la base que sostiene nuestra sociedad. Y hemos visto también que solo la ciencia y la investigación, y el medicamento que surge de ella, pueden devolvernos la normalidad. Por tanto, la inversión en salud y en investigación de medicamentos es clave para el futuro de toda sociedad moderna», ha remachado al respecto.
El máximo representante de la industria farmacéutica innovadora en España considera que nuestro país tiene «una gran oportunidad» para avanzar gracias al sector. «En el corto plazo, porque la industria puede ser tractora para la recuperación. Y en el largo, porque creemos que un sistema productivo tiene que estar basado en la innovación y en el conocimiento», ha argumentado.
En este sentido, cree que España tiene «una de las posiciones de partida más favorables para ser referente en este campo», gracias a la buena legislación en materia de ensayos clínicos. A pesar de la pandemia, de hecho, España cerró el 2020 con «récord de nuevos ensayos clínicos en marcha». Según los datos expuestos por el presidente de Farmaindustria, en nuestro país hoy hay en marcha «unos 3.500 ensayos clínicos, en los que participan 145.000 pacientes».