Muchos más pacientes podrían beneficiarse de la inmunoterapia personalizada

Científicos del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI), el Centro Oncológico Moores de UC San Diego y la UC San Diego (Estados Unidos) encuentran evidencia de que todos los pacientes con cáncer desarrollan una respuesta inmune a sus tumores, lo que sugiere que muchos más pacientes podrían beneficiarse de la inmunoterapia personalizada.

Se cree que la mayoría de los cánceres evaden el sistema inmunológico. Estos cánceres no portan muchas mutaciones y no están infiltrados por células inmunitarias que combaten el cáncer. Los científicos llaman a estos cánceres inmunológicamente «fríos».

Ahora, esta nueva investigación publicada en ‘Science Translational Medicine‘ sugiere que estos tipos de cáncer no son tan «fríos» como se pensaba. De hecho, según este trabajo los pacientes con tumores «fríos» en realidad producen células T que combaten el cáncer. Este descubrimiento abre la puerta al desarrollo de vacunas o terapias para aumentar el número de células T y tratar muchos más tipos de cáncer de los que actualmente se cree posible.

Actualmente, las inmunoterapias no suelen recomendarse para pacientes con tumores inmunológicamente «fríos». Sus tumores se parecen especialmente al tejido sano, lo que dificulta que el sistema inmunológico detecte los tumores y los destruya. Por ello, el nuevo estudio trató de observar más de cerca las respuestas de las células T a los tumores «fríos».

De esta forma, los científicos proporcionaron muestras de 13 pacientes con ocho tipos diferentes de tumores sólidos avanzados: colorrectal estable microsatélite, neuroendocrino pancreático, adenocarcinoma de conducto biliar, ovario, ductal pancreático, carcinoma de células escamosas de apéndice, cabeza y cuello y neoplasias malignas de células renales.

Estos cánceres son conocidos por ser especialmente difíciles de tratar y, por lo general, no responden solo a los inhibidores de puntos de control. Los investigadores utilizaron por primera vez herramientas de secuenciación genética para identificar mutaciones en estos diferentes cánceres.

Posteriormente, desarrollaron un enfoque bioinformático para priorizar las mutaciones que estas células T podrían «ver» como neoantígenos. Este trabajo mostró dónde las células cancerosas podrían ser vulnerables al ataque de las células T. A continuación, los investigadores volvieron a las muestras de los pacientes.

Los resultados fueron muy alentadores. Los 13 pacientes ya estaban produciendo células T que podían reconocer mutaciones en sus propios cánceres. Estas células T eran raras, pero claramente estaban ahí. Los investigadores llaman a este nuevo enfoque «Identificar, predecir, validar» o IPV. Los investigadores utilizaron el enfoque IPV para detectar células T en más de 130 pacientes con 25 tipos diferentes de cáncer.

Los investigadores ahora están abordando un problema diferente: los pacientes con tumores «fríos» simplemente no producen suficientes células T que combaten el cáncer. «Los pacientes que donaron muestras para este estudio tenían enfermedades terminales. Así que se podría argumentar que estas células T no estaban haciendo lo que nos gustaría que hicieran, que es erradicar el tumor que reconocen», argumental los investigadores.

De esta forma, los investigadores continúan desarrollando formas de aumentar la cantidad y la potencia de las células T específicas de neoantígeno.

Para el estudio, los investigadores expusieron las células T de las muestras de los pacientes a las mismas mutaciones presentes en las células cancerosas originales. Cuando las células T vieron sus objetivos, naturalmente comenzaron a producir citocinas efectoras y a proliferar.

Así, los científicos sugieren que las vacunas contra el cáncer personalizadas pueden aumentar la cantidad de células T de manera similar. Con este fin, están realizando actualmente un ensayo clínico para probar vacunas de próxima generación contra diferentes cánceres.

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