El mal uso de los inhaladores, que provoca una administración inadecuada de la medicación, afecta a la capacidad de una persona para controlar los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), por lo que se necesita más educación sobre el uso adecuado de los inhaladores para mejorar los resultados de salud, según dos nuevos artículos publicados en ‘Chronic Obstructive Pulmonary Diseases: Journal of the COPD Foundation’.
La EPOC comprende varias afecciones, entre ellas la bronquitis crónica y el enfisema, y puede estar causada por agentes irritantes como el humo o la contaminación y por la genética. La enfermedad afecta a más de 30 millones de estadounidenses, pero el conocimiento de sus síntomas, los métodos para reducir el riesgo y la gestión de la enfermedad sigue siendo escaso. Los síntomas, que incluyen disnea, fatiga y tos crónica, se tratan principalmente con medicamentos inhalados.
En este nuevo estudio, los autores examinaron la frecuencia con la que los pacientes hospitalizados por EPOC hacían mal uso de los inhaladores durante nueve meses en el Hospital de Friburgo (Suiza).
El mal uso del inhalador se clasificó como un error crítico en la técnica de inhalación o un flujo inspiratorio máximo insuficiente. Estos errores hacen que llegue a los pulmones una dosis menor de medicación, lo que afecta a la capacidad de la persona para controlar sus síntomas y puede provocar un aumento de las exacerbaciones.
«El uso incorrecto de los inhaladores es frecuente y, en nuestro estudio, descubrimos que aproximadamente dos tercios de los inhaladores se utilizaban mal», ha afirmado afirma el doctor Gaël Grandmaison, médico adjunto de medicina interna de la Universidad y Hospital de Friburgo.
«Si se utilizaba mal un inhalador, un fisioterapeuta llevaba a cabo hasta tres sesiones de enseñanza con el paciente. Estas sesiones ayudaron a reducir el número de errores críticos en el uso del inhalador. Sin embargo, a pesar de esta educación, más de uno de cada 10 inhaladores siguió utilizándose de forma subóptima, ya fuera por la incapacidad de generar un esfuerzo inspiratorio suficiente o porque el inhalador era inadecuado para las características del paciente. Estos resultados ponen de relieve la importancia de la educación terapéutica periódica, la evaluación de la capacidad del paciente para generar un esfuerzo inspiratorio suficiente y la selección de un inhalador adecuado a las características del paciente», ha explicado.
La importancia de la técnica de inhalación
En el otro artículo, el autor habla de la disminución de la eficacia de los medicamentos inhalados como resultado del mal uso de los inhaladores (a menudo debido a las complejidades y los múltiples pasos necesarios para utilizar el inhalador) y del elevado coste de las terapias basadas en inhaladores. El autor también destaca varios avances en el uso de inhaladores, como la posibilidad de combinar terapias y de elegir el inhalador adecuado en función de las decisiones del paciente.
«La educación es fundamental para aumentar la eficacia de los medicamentos inhalados, y muchos médicos -y a menudo incluso los propios pacientes- no son conscientes de que los pacientes tienen dificultades para llevar suficiente medicación a sus pulmones», ha indicado la doctora Valerie G. Press, profesora asociada de medicina en la Universidad de Chicago (EEUU).
«Se necesita más formación sobre la técnica de inhalación para garantizar que los pacientes utilicen el dispositivo correctamente, sobre todo cuando se prescriben varios medicamentos inhalados. La educación adicional, con el apoyo de los recursos necesarios, ayudaría a asegurar que los pacientes están recibiendo un tratamiento óptimo y evitar resultados adversos para la salud», ha finalizado.
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