Científicos del Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de la Universidad Miguel Hernández de Elche, (IDiBE) han desarrollado una formulación basada en la combinación de diversos ingredientes, incluido un innovador neurocosmético, que protege la piel palmoplantar de la sensibilidad provocada por la quimioterapia.
Se trata del primer producto específico del que disponen los pacientes sometidos a quimioterapia para proteger y mantener en buen estado la piel de sus manos y pies, mejorando su sensorialidad y ayudando a sobrellevar de manera más confortable el tratamiento.
Y es que, los pacientes en tratamiento de quimioterapia suelen desarrollar (hasta en el 80% de los casos) una hipersensibilidad cutánea como efecto secundario de la toxicidad de los fármacos empleados que les provoca dolor abrasivo, calor, hormigueo e incluso sensaciones de pinchazos o descargas eléctricas muy molestas en las manos y los pies, por la que cualquier roce o cambio de temperatura les produce sensaciones molestas que, en ocasiones, les llevan a reducir o, incluso, abandonar el tratamiento.
Hasta ahora no existía un producto específico al que pudiesen recurrir estos pacientes para proteger su piel de las sensaciones molestas que provoca el tratamiento, pues las cremas cosméticas disponible solo ofrecían una hidratación transitoria y, en los casos más graves, debían recurrir a medicamentos como sedantes débiles o antidepresivos.
El 87% de los pacientes que usaron la crema durante 4 semanas mejoraron su ídice de calidad de vida dermatológico.
El grupo de investigación del IDIBE, dirigido por el doctor Antonio Ferrer está especializado en el estudio del sistema neurosensorial y, en especial, de las terminaciones nociceptoras de la piel. Sus estudios han descubierto que los anti-tumorales más usados en la quimioterapia (taxanos y sales de platino) incrementan la excitabilidad de las terminaciones neurosensoriales cutáneas provocando su sensibilización a estímulos térmicos y mecánicos que podría explicar la elevada sensibilidad palmoplantar que sufren los pacientes oncológicos tratados con la quimioterapia.
En el IDIBE estudiaron in vitro cómo la exposición de las neuronas sensoriales a los antitumorales aumentaba notablemente su actividad eléctrica. Este modelo facilitó la comprobación de que uno de los termosensores de la piel encargado de percibir los cambios de temperatura, el receptor TRPV1 o receptor de la capsaicina.
«Al facilitar la identificación de los componentes moleculares causantes de la sensibilización de las terminaciones neurosensoriales que produce el tratamiento quimioterapéutico, este modelo abrió la vía para el desarrollo de estrategias dirigidas a proteger las terminaciones sensoriales, y mantener en buen estado las zonas palmar y plantar que son las más afectadas por la quimioterapia», ha explicado Ferrer.
La misma Universidad Miguel Hernández, a través de la star-up Prospera Biotech, creada para transformar los resultados de investigación del grupo de neurobiología sensorial del IDiBE en productos útiles para la sociedad, ha puesto a disposición de los oncólogos y sus pacientes en farmacias una crema neuromoduladora bajo el nombre de Oncapsisens, que contiene un innovador ingrediente activo (HMGP) que protege y mantiene en buen estado las terminaciones neurosensoriales cutáneas.
En un estudio previo a su presentación a las farmacias realizado en 3 hospitales, se obtuvo como resultado que el 87 por ciento de los pacientes en quimioterapia que aplicaron esta nueva formulación 2 veces al día durante 4 semanas mejoraron su índice de calidad de vida dermatológico y más del 80 por ciento manifestaron sentir un alivio evidente de las sensaciones incómodas derivadas de sus tratamientos con quimioterapia.