Más de un tercio de los pediatras de Atención Primaria en toda España tienen asignados cupos de más de 1.000 pacientes, por encima del máximo estipulado en el Marco Estratégico de Atención Primaria establecido por el Ministerio de Sanidad y las CCAA, según la doctora Concha Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
Así lo ha señalado en la presentación del 20º Congreso Nacional de Actualización en Pediatría de esta sociedad científica, en Madrid, en el que más de 700 profesionales se dan cita desde este jueves hasta el sábado.
La AEPap ha realizado un análisis de la situación de la Pediatría de AP y de las mejoras prometidas por CCAA tras las huelgas de 2023 y los acuerdos a los que llegaron con los sindicatos en 11 de ellas. Además de constatar que «el cumplimiento de los acuerdos es parcial», también vuelve a denunciar que la situación es «muy desigual» en función de la autonomía.
Las que están en peor situación son, por este orden, Baleares, Cataluña y Madrid, con más del 50 por ciento de pediatras de AP y con un cupo superior a los 1.000 pacientes. Por otro lado, han advertido de la «escandalosa» situación en Ceuta y Melilla, donde el 95 por ciento de los pediatras de AP tienen cupos de más de un millar de pacientes.
En la parte media de la tabla se sitúan Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía y La Rioja, con entre un 25 y un 50 por ciento de pediatras con más de 1.000 pacientes. Solo Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Castilla y León, Murcia, Comunidad Valenciana y Canarias tienen menos de un 25 por ciento de pediatras con ese cupo, pero en todas las CCAA hay profesionales en esa situación.
En total, 2.030 pediatras de AP en España se encuentran en esta tesitura. Los que tienen un cupo de más de 1.500 niños asignados ascienden a casi un centenar (la mayoría de ellos en Cataluña y Madrid).
EN ESPAÑA FALTAN ENTRE 400 Y 2.000 PEDIATRAS
Por todo ello, Pedro Gorrotxategi, vicepresidente y candidato a nuevo presidente de la asociación, ha señalado que, atendiendo a estos números, en España faltan entre 400 y 2.000 pediatras. «El Marco Estratégico dice que tiene que haber un máximo de 1.000 niños por pediatra, con un margen del 10 por ciento. Con 1.001 niños no hay que desdoblar, pero con 1.101 sí», ha explicado el futuro presidente.
En este sentido, ha aclarado que, de esos pediatras que tienen entre 1.000 y 1.200 niños, no se sabe «cuántos tienen 1.000 niños y cuántos tienen 1.150», de ahí la diferencia entre 400 y 2.000 pediatras.
Con todo, el exceso de cupo no es el único problema que enfrentan los pediatras de los centros de salud. Otro de los acuerdos tras las huelgas autonómicas del año pasado fue la limitación del número de niños en las agendas diarias, una reivindicación en Andalucía, Madrid, País Vasco, Aragón, Baleares, Canarias, Extremadura y Castilla y León.
«La situación general previa a las huelgas era de agendas de 30-35 pacientes o sin límite. Tras la huelga, el número de citas ha disminuido a 25-28 al día, pero resulta que en la práctica el número de pacientes atendidos es el mismo, ya que se citan como urgentes los que no entran en la agenda reducida», explica Gorrotxategi.
Otra de las medidas acordadas, las agendas de «rebosamiento» para evitar el retraso de más de tres días en la atención de los pacientes, «ha sido positiva para los médicos de familia», a juicio de AEPap, «pero no en pediatría de Atención Primaria, donde prima la atención inmediata y es excepcional esas demoras».
En cuanto a la remuneración de la actividad docente, otra de las reivindicaciones de la pediatría de AP, la única autonomía que ha realizado mejoras es Aragón.
La conclusión general, para la presidenta de AEPap, es que «a pesar de las huelgas y acuerdos sindicales, la situación de la pediatría de AP no ha mejorado». Para la mejora de la atención, ha señalado, «es imprescindible que disminuya el número de cupos con exceso de pacientes, que en los últimos diez años solo ha disminuido en un 25 por ciento», ha criticado.
En este mismo sentido se ha pronunciado el futuro presidente. «A raíz de las huelgas parecía que iba a mejorar la situación», ha lamentado Gorrotxategi, para añadir que «de nada sirve disminuir el número de actos de la agenda si no se disminuye el cupo».
REPERCUSIÓN EN LOS HOSPITALES
Además, la sobrecarga de la asistencia repercute también en los servicios de urgencias hospitalarios y en los hospitales. «En Pediatría de Atención Primaria no tenemos listas de espera porque los padres quieren una atención inmediata. Entonces, si no les atienden en el pediatra de Atención Primaria, van al hospital y se sobrecargan las urgencias hospitalarias con niños que podrían ser atendidos en el primer nivel asistencial«, ha explicado.
Esta problemática ocasiona «un encarecimiento» de la sanidad pública. «Si se pone en el primer nivel asistencial más profesionales, el costo de una atención de un niño en una consulta de Atención Primaria es mucho menos que en las urgencias hospitalarias. Y la satisfacción de los padres es mejor en atención primaria», ha destacado.
Por último, ha puesto en valor la reducción de las agendas para los pediatras de Atención Primaria, con el fin de ocupar tiempo en la docencia y la investigación. «Los pediatras se van de Primaria. Tenemos que tratar de que en Primaria se haga una actividad docente e investigadora atractiva para los residentes y que haya más residentes que quieran ir a Primaria», ha concluido.
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