Evitar el sobrepeso manteniendo una dieta saludable y equilibrada, mantener unos hábitos de vida saludables y la realización de ejercicio físico de manera regular pueden disminuir considerablemente el riesgo de padecer cáncer.
Según la doctora Esther Holgado, jefa de Servicio de Oncología Médica del Hospital La Luz, «Es aconsejable ingerir alimentos ricos en nutrientes como legumbres, vegetales, pescados, frutas, productos lácteos bajos en grasa y limitar las carnes rojas y los alimentos altamente procesados», indica la doctora.
Las sustancias tóxicas del tabaco debilitan el sistema inmunitario y hace más difícil eliminar las células cancerosas
Según esta experta, la evidencia científica indica «claramente» además que el consumo de alcohol y el tabaquismo producen cáncer, especialmente de boca, esófago y garganta, entre otros. «Las sustancias tóxicas del tabaco debilitan el sistema inmunitario y hace más difícil eliminar las células cancerosas», expresa.
Asimismo, el ejercicio físico adaptado y supervisado mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes oncológicos. «Disminuye la toxicidad y mejora la tolerancia de los fármacos y puede aumentar su supervivencia», afirma la oncóloga del Hospital la Luz.
Tal y como afirma la doctora Holgado, la medicina también ha hecho posible que más del 60 por ciento de los casos se consiga la curación. «La detección precoz del cáncer es fundamental y es cuando el tratamiento tiene más probabilidades de lograr su curación. Además, es importante también someterse a estudios genéticos para establecer si se tiene una clara predisposición genética, proceso que hacemos en las consultas de cáncer familiar y consejo genético», indica.
En este sentido, uno de los avances más importantes realizados en el tratamiento del cáncer ha sido la inmunoterapia. «La inmunoterapia es un tratamiento que ha permitido, por primera vez en oncología, tener respuestas duraderas en el tiempo y mejorar la supervivencia de nuestros pacientes a largo plazo», ha expresado.
«Su perfil de toxicidad es más favorable, tolerándose mejor que la quimioterapia, permitiéndonos tratar a los pacientes más tiempo manteniendo su calidad de vida. El tratamiento estimula el propio sistema inmunitario del paciente y ayuda al cuerpo a reconocer y atacar las células cancerosas», reconoce la doctora.