La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha señalado que por el momento no hay «pruebas clínicas suficientes» que respalden la administración de una segunda dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 en mayores de 70 u 80 años, tal y como está sucediendo en algunos países europeos.
«Para que la EMA emita una recomendación en este sentido, habría que ver primero las pruebas clínicas suficientes», ha explicado en rueda de prensa este jueves el jefe de Estrategia de Amenazas Sanitarias Biológicas y Vacunas de la EMA, Marco Cavalieri.
En cualquier caso, ha apuntado que la EMA «seguirá examinando todos los datos disponibles sobre el uso de una segunda dosis de refuerzo de las vacunas de ARNm». «En este momento, no hay suficiente evidencia al respecto, ha insistido.
En cuanto a la dosis de refuerzo con la vacuna de Pfizer en adolescentes a partir de 12 años, Cavaleri ha informado de que Israel ha proporcionado datos de seguridad de casi 400.000 adolescentes que habían recibido esta tercera dosis, sin que se identificaran «nuevos problemas de seguridad».
Igualmente, ha destacado que los datos muestran que una dosis de refuerzo de la vacuna de Moderna «puede administrarse tan pronto como 3 meses después de la vacunación primaria si es necesario». «La EMA ha permitido reducir el intervalo entre la vacunación primaria y la dosis de refuerzo con esta vacuna a tres meses», ha recordado.
Por otra parte, ha anunciado que «en las próximas semanas se podría avanzar hacia la presentación de una solicitud de autorización de comercialización» del cóctel de anticuerpos monoclonales ‘Evusheld’, que se espera que sea efectivo contra la subvariante de ómicron BA.2.
En relación al despliegue de ‘Nuvaxovid’, la vacuna de Novavax, que está llegando estos días a los Estados miembro, el dirigente del organismo regulador europeo ha resaltado que «los datos preliminares están mostrando que la respuesta inmune después de la vacunación primaria logra la neutralización de ómicron aunque esta sea menor que para otras variantes de la COVID-19, similar a lo que hemos visto con las vacunas de ARNm».
Por último, Cavaleri ha advertido de que a pesar de que la ola de ómicron «parece perder algo de fuerza» en Europa, hay que seguir siendo «cautelosos ya que esta variante es altamente transmisible y aún pueden surgir nuevas subvariantes».
«Está claro que las personas que no se vacunan sufren las consecuencias más duras de la COVID-19. Animamos a todos los ciudadanos de la UE a que se vacunen o, si cumplen los requisitos, a que se pongan una vacuna de refuerzo sin más demora», ha remachado.