El presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y coordinador del grupo de tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Andrés Zamorano, ha calificado de «muy preocupantes» los datos de la encuesta ‘EDADES 2022’, que muestran un aumento del consumo de tabaco, por lo que ha solicitado al Gobierno implementar «nuevas medidas» para el control y la reducción del tabaco convencional y de otras formas de consumo en España-
Y es que, en el trabajo, publicado recientemente por el Ministerio de Sanidad, el tabaco se ha situado como la segunda sustancia psicoactiva más consumida en España. De hecho, el 69,6 por ciento de la población declara haber fumado tabaco alguna vez en la vida. Además, en el año 2022, el 33,1 por ciento de la población de entre 15 y 64 años manifiesta consumir tabaco de manera diaria, casi un punto porcentual más que en 2020. También se ha incrementado el consumo de tabaco en los últimos 30 días, pasando del 36,8 por ciento al 37,2 por ciento.
«Estamos en datos de prevalencia de consumo de tabaco por encima del 30% en nuestro país, cuando el objetivo, en línea con la política de la Unión Europea es alcanzar un 5 por ciento de prevalencia de consumo en 2030 y por debajo del 2 por ciento en 2040. Es evidente que estamos muy lejos, porque en los últimos años no se ha hecho nada», ha dicho Zamorano.
En este sentido, el presidente del CNPT también se ha referido al último ranking europeo de la ‘Tobacco Control Scale’ (escala de control del tabaco), en el que participa el Instituto Catalán de Oncología (ICO) con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que evalúa las actividades de control del tabaco en 37 países europeos y clasifica los mismos en función de las mejores actuaciones.
¿En que países de la UE se consume más tabaco?
En este examen, España pierde una posición respecto al último informe, de 2019, y queda en el undécimo puesto de una lista que encabezan Irlanda, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Hungría y Noruega.
«Este informe evalúa los impuestos sobre cigarrillos y otros productos, las restricciones para fumar, las campañas de información pública, la prohibición de publicidad de productos de tabaco, las advertencias en las cajetillas o los tratamientos para ayudar a los fumadores a superar la adicción que se adoptan en cada país, reclamaciones que están reflejadas en la Declaración Endgame Tabaco España 2030 firmada por casi 70 organizaciones y asociaciones médicas y civiles que presentamos el pasado mes de noviembre», ha enfatizado Zamorano.
Otro dato «preocupante», para Zamorano, que refleja EDADES 2022 es el hecho de que se haya duplicado el consumo de cigarrillos electrónicos en nuestro país en apenas siete años, pasando del 6,8 por ciento de 2015 al 12,1 por ciento de 2022.
«Estos dispositivos son el ‘Caballo de Troya’ de las tabaqueras para enganchar a los jóvenes a la nicotina y no perder su cuota de mercado. Tratan de blanquearlos como un producto inocuo o menos nocivo que el tabaco convencional, haciéndolo atractivo por su diseño y por los sabores que contienen, tengan o no nicotina, pero hablamos de dispositivos con una alta concentración de sustancias cancerígenas y perjudiciales para la salud. Además, es falso que ayuden a dejar de fumar, al contrario», ha enfatizado.