Desde 2018 hasta la actualidad, se ha agravado la situación de la incorporación y del acceso a medicamentos oncológicos en España. Una realidad que constata el informe ‘Reflexión sobre la situación actual de España y posibles áreas de mejora en el acceso de los pacientes a la innovación oncológica’, una iniciativa de la Fundación ECO, con la elaboración y metodología de IQVIA.
El objetivo principal de este trabajo es identificar áreas de mejora donde las partes implicadas en el proceso necesitan continuar avanzando e invirtiendo, ya que, tal y como explica el Dr. Rafael López —presidente de la Fundación ECO—, “el tiempo es un elemento determinante para los pacientes, quienes no pueden asumir largas esperas en la aprobación de los fármacos”.
“No se entiende que un país como España, que está entre los países europeos que lideran actualmente el desarrollo clínico de la innovación oncológica sea, también, un país donde estas innovaciones tardan en llegar, o directamente no llegan a los pacientes”, lamenta el Dr. López.
En esta línea y en relación a la inversión que se realiza en España, los resultados del análisis presentado evidencian cómo España cuenta con uno de los porcentajes más bajos de PIB destinado al gasto sanitario público entre los países analizados, lo que podría sugerir que la sanidad pública no esté recibiendo los suficientes recursos económicos para poder aportar toda la atención sanitaria requerida en comparación con otros países europeos.
Asimismo, el estudio también revela que España tarda 469 días en financiar la innovación oncológica aprobada por la EMA, frente a los 100 de Alemania. Además, de entre todos los fármacos oncológicos aprobados por esta institución, en 2022, solo el 61% estaba financiado en España —frente al 90% de Italia, o 100% de Alemania—. Y de ese porcentaje, el 40% tuvo alguna restricción en la población elegible para la financiación —una cifra que contrasta con el 14% de Italia, o el 0% de restricciones en Alemania—.
Hoja de ruta para los próximos tres años
A pesar de la importancia del acceso temprano de los pacientes a la innovación oncológica, durante los últimos años en España se ha reducido el número de medicamentos financiados, así como se han aumentado los tiempos de acceso a estos y las restricciones en financiación, las cuales continúan favoreciendo las inequidades entre territorios. Según los expertos, estos hechos se deben, fundamentalmente, a una causa económica.
Ante este contexto, del informe emanan cinco prioridades para los próximos tres años, que permitan contrarrestar la situación del acceso a la innovación oncológica en nuestro país, a través no solo del estado de la financiación, sino también del tiempo para esta misma. Los expertos sugieren:
- Alcanzar una mayor participación de los clínicos, sociedades científicas y pacientes a lo largo del proceso de evaluación.
- Lograr un proceso de precio y financiación transparente, previsible y con tiempos más cortos de introducción.
- Asegurar que hay suficientes recursos durante el proceso de evaluación de la innovación y están gestionados de forma adecuada para evitar los actuales retrasos de los IPT.
- Crear mecanismos de financiación específicos para la innovación.
- Separar o mejorar la conciliación entre las funciones de evaluación, financiación y compra de nuevos medicamentos.
A partir de estos objetivos prioritarios, los especialistas también han definido las seis recomendaciones esenciales que permitirían ponerlas en marcha en el corto plazo.
Entre ellas, destacan la creación de un órgano independiente para la evaluación, que cuente con la participación de los clínicos; la mejora de la transparencia y el establecimiento de criterios que permitan una decisión nacional vinculante; y la búsqueda de modelos de acceso a la innovación que permitan acelerar el acceso.
También sugieren fomentar la participación de los pacientes y su adecuada formación; crear grupos de colaboración que garanticen el acceso equitativo del fármaco en la Comunidad Autónoma; y aumentar la inversión en sanidad y valorar la creación de fondos para fármacos de alto impacto.