El seis por ciento de la población y hasta el 50 por ciento de los deportistas padece tendinosis aquílea crónica, ha dicho la miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), Adán Bello Báez, que ha recordado que se trata de una patología donde los tendones sufren lesiones a consecuencia del «microtrauma repetitivo».
«Esto significa que se mantiene en el tiempo una exigencia extraordinaria sobre las estructuras tendinosas, superando su capacidad de reparación e impidiendo una adecuada recuperación. Esto ocurre por diferentes causas, el sobrepeso (44,9% de hombres y un 30,6% de mujeres padecen sobrepeso, según el INE2), la cantidad de horas de pie (profesiones como camareros, peluqueras, limpieza, etc.) y en las personas que practican deportes donde la carrera es un factor clave, como el fútbol, baloncesto, atletismo, tenis o pádel», ha dicho.
Para los deportes en los que correr es un elemento fundamental este es un problema importante. Por ello, en la población sedentaria, la incidencia acumulada de tendinosis a lo largo de la vida es del 5,9 por ciento, subiendo hasta el 50 por ciento en los deportistas de élite. Se estima que hasta el 29 por ciento de las tendinopatías aquíleas precisarán tratamiento quirúrgico y que hasta el 31 por ciento de esos pacientes ya no practicarán deporte.
«Los pacientes con tendinosis aquílea refieren con frecuencia que han sufrido varias recaídas a lo largo de su vida, cada vez con mayor dolor y mayores dificultades para controlarlo. Precisamente este mecanismo de daño, consolidación y nuevo daño al reanudar la actividad física diaria favorece la lesión y, de este modo, contribuye a la degradación de la matriz extracelular y a los cambios en la composición del colágeno de la fibra tendinosa, lo que provoca una afectación biomecánica del tejido«, ha argumentado.
El sobrepeso está muy relacionado con la degeneración del tendón de Aquiles pues este tendón tiene que soportar el peso de todo el cuerpo. En el caso de las profesiones donde pasan muchas horas de pie ocurre lo mismo, el talón de Aquiles también se resiente por la cantidad de horas soportando el peso del cuerpo.
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Tratamiento de la tendinosis aquílea
El tratamiento percutáneo de la tendinosis aquílea con proloterapia según el protocolo diseñado por el doctor Bello implica el uso de tres técnicas:
- Hidrodisección del paratendón con lidocaína.
- Punción seca de los focos de degeneración tendinosa (tendinosis).
- Administración de solución irritante hiperosmolar a base de suero glucosado y anestesia dentro de los focos de tendinosis.
Es, tal y como ha dicho, de una técnica «segura, barata y prácticamente indolora» que da lugar a una reducción progresiva de los nuevos vasos sanguíneos que han entrado en el tendón debido a la degeneración de éste, y lo que es más importante, reduce el número de terminaciones nerviosas que acompañan a esos vasos y que se cree que son los responsables últimos de despertar dolor en dichos pacientes.
«Esto provoca una disminución significativa de la percepción del dolor en reposo, con la actividad física diaria y durante el ejercicio moderado, que se mantienen con el tiempo. Hay muy poco publicado sobre la materia, de hecho, en el mundo solo existe una serie larga 3 donde se expone dicho tratamiento realizado sobre un total de 108 tendones de Aquiles. Para tratar de forma percutánea una tendinosis (una vez que el tratamiento rehabilitador convencional no ha conseguido su objetivo) se pueden usar diversas técnicas: punción seca, infiltración de factores plaquetarios, infiltración de células madre, hidrodisección del paratenon con alto volumen pero, ninguno de estos tratamientos vienen respaldados por una serie de pacientes tan larga como la que se consiguió en el estudio Canadiense», ha dicho Bello.