«La salud mental de los niños y jóvenes en Europa se ha visto sometida a una gran presión en los últimos años, primero a causa de la pandemia de Covid-19 y ahora, para los millones de afectados por el conflicto, por la crisis humanitaria en Ucrania», señalan desde la oficina europea de la OMS.
El Ministerio de Sanidad de Grecia y la Organización Mundial de la Salud en Europa (OMS Europa) han lanzado este lunes un nuevo programa para apoyar y promover la calidad de la atención a la salud mental de niños y adolescentes en los 53 países de la Región Europea de la OMS, en el contexto de la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania.
Con el programa, la OMS Europa trabajará con los países para mejorar la salud mental y emocional de sus poblaciones más jóvenes, entre otras cosas mediante el apoyo al desarrollo de estrategias y marcos nacionales y el intercambio de las lecciones aprendidas.
«Muchos países ya han desarrollado enfoques exitosos, pero muchos necesitan una plataforma común para compartir conocimientos y experiencia. El nuevo programa de la OMS lo hará posible», señalan desde la organización. Así, también impulsarán las herramientas prácticas y políticas que apoyen las necesidades de salud mental de los niños y los jóvenes.
Además, promoverán la creación de un inventario de la calidad de la atención de los sistemas de atención mental de niños y adolescentes en el Mediterráneo y el sureste de Europa; así como el desarrollo de un paquete de herramientas para medir el progreso clínico con respecto a los estándares basados en la evidencia.
La depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes de todo el mundo y el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años.
La infancia y la adolescencia, etapas críticas en la salud mental
Tal y como recuerdan desde el organismo sanitario de las Naciones Unidas, la infancia y la adolescencia son etapas críticas de la vida para la salud mental, ya que es una época en la que se produce un rápido crecimiento y desarrollo.
Los niños y los adolescentes que son felices y tienen confianza en sí mismos tienen más probabilidades de trasladar esta sensación a la edad adulta y de desarrollar más fácilmente su capacidad de recuperación ante la adversidad. Sin embargo, la depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes de todo el mundo y el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años.
Durante la pandemia, los cierres de escuelas y las clausuras dejaron a los niños aislados, alejados de sus compañeros e incapaces de socializar y crecer de forma óptima.
«La salud mental y el bienestar es un derecho humano fundamental que debería estar en el centro de nuestros sistemas de salud y ser clave para la recuperación de la emergencia del Covid-19. La pandemia ha afectado a todos los miembros de la sociedad, pero los más vulnerables, incluidos los niños y los jóvenes, son los que más han sufrido», ha declarado el director regional de la OMS para Europa, el doctor Hans Henri P. Kluge.
«El nuevo programa que lanzamos, en colaboración con el Gobierno de Grecia, apoyará a millones de niños y jóvenes de toda nuestra región con medidas y soluciones concretas para mejorar y promover su salud mental y la calidad de los servicios de salud mental de que disponen. Esto, a su vez, sentará una base sólida para una salud y un bienestar más amplios a lo largo de todo el ciclo vital», añade.
Constuir servicios de salud mental sólidos y de alta calidad
De esta forma, el nuevo programa de la OMS establecerá una respuesta a los problemas de salud mental derivados también de la actual crisis humanitaria en Ucrania.
Experimentar conflictos armados, guerras, desplazamientos forzados o separaciones familiares puede tener consecuencias negativas inmensas y a menudo duraderas para la salud mental de las personas, especialmente para grupos vulnerables como los niños y los adolescentes.
Durante el traslado, pueden surgir problemas como la recaída de afecciones preexistentes, la ansiedad o el estrés, lo que puede impedir que se utilicen las formas tradicionales de afrontamiento.
«Está claro que, ya sea por una pandemia sin precedentes o por una crisis humanitaria repentina, satisfacer las necesidades de salud mental de las personas, especialmente las de los niños y los jóvenes, debe estar en el centro de cualquier sistema sanitario que funcione. Esperamos trabajar estrechamente con los 53 países de nuestra región para hacer esto realidad», ha finalizado el doctor Kluge.
Fuente: Europa Press