Representantes de las administraciones, industria, pacientes y economistas han analizado el impacto que tendría una reducción del IVA para los productos sanitarios y las claves del nuevo entorno económico y fiscal de este sector tras el Acuerdo del ECOFIN que abre la puerta en España a la aplicación de un IVA reducido permanente (<10%) a todos los productos sanitarios.
La medida permitiría liberar más de 1.000 millones de euros al Sistema Nacional de Salud (SNS), según estimaciones de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), que, señala, podrían destinarse a acometer las necesarias inversiones en Tecnología Sanitaria para reducir la obsolescencia, incorporar innovación tecnológica de valor, digitalizar el sistema sanitario y mejorar la salud y calidad de vida de millones de pacientes.
Los ahorros generados por la reducción del IVA permitirían realizar las inversiones en tecnología que nuestro Sistema Nacional de Salud necesita para reducir su actual nivel de obsolescencia
Durante el Encuentro del Sector de Tecnología Sanitaria, organizado en Barcelona por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) y la institución académica ESADE, María Vila, presidenta de Fenin, ha recordado que, «actualmente, la mayoría de los productos sanitarios son gravados con el tipo impositivo más alto, del 21%, a pesar de que, tal como ha demostrado la pandemia, son bienes de primera necesidad».
Por ello, ahora que, por primera vez la Unión Europea (ECOFIN) podría permitir una bajada del tipo impositivo por parte de los propios Estados miembros, la presidenta ha señalado que «es prioritario adoptar decisiones que permitan una reducción inmediata del IVA para todos los productos sanitarios, por ser esenciales y de primera necesidad, además de ser especialmente críticos en situaciones de emergencia sanitaria».
Durante su intervención, la presidenta de Fenin ha explicado los beneficios que conllevaría aplicar esta medida. «Además de maximizar las capacidades de compra de los servicios de salud de las comunidades autónomas, los ahorros generados por la reducción del IVA permitirían realizar las inversiones en tecnología que nuestro Sistema Nacional de Salud necesita para reducir su actual nivel de obsolescencia. Asimismo, dado que el IVA es un impuesto indirecto, esta medida supondría un ahorro para millones de pacientes que son usuarios finales de los productos sanitarios, especialmente para aquellos que disponen de menos recursos», ha añadido.
Por su parte, Antonio Delgado, secretario general de ESADE, también ha incidido en esta cuestión al indicar que «la celebración de esta jornada es clave para entender el entorno económico y regulatorio en el que se va a desarrollar el sector de la tecnología sanitaria, facilitando las claves necesarias para plantear una estrategia de futuro que garantice a la sociedad la prestación del servicio sanitario de calidad».
Visiones del nuevo horizonte económico y fiscal
El nuevo horizonte económico y fiscal para el Sector de Tecnología Sanitaria, tanto en España como en Europa, ha sido analizado en este encuentro por Josep Sánchez Libre, presidente de Foment del Treball Nacional, quien ha destacado que «España necesita una fiscalidad competitiva, no una fiscalidad obsesiva por aumentar la carga tributaria». Respecto a la industria, Sánchez Llibre ha alabado su «gran capacidad de innovación e investigación», y ha reclamado un proceso de reindustrialización que, mediante el empleo «prioritario» de los Fondos NEXT Generation EU, permita, entre otras cuestiones, «reducir la dependencia del sudeste asiático».
Asimismo, la jornada ha contado con una mesa redonda que ha permitido analizar las claves en materia económica, regulatoria y fiscal que marcarán el futuro del Sector desde la perspectiva de la Administración, la industria y los pacientes. Por su parte, Ricardo Álvarez Arroyo, subdirector general de Impuestos sobre el Consumo de la Dirección General de Tributos, ha expuesto que «la nueva redacción de la Directiva armonizada del IVA va a permitir a los Estados miembros establecer tipos reducidos, incluso del 0%, a los productos y equipos destinados a ser utilizados en la atención sanitaria». Álvarez Arroyo también ha matizado que «el ámbito de aplicación de los tipos reducidos será aún mayor para aquellos destinados a compensar y superar situaciones de discapacidad».
En el ámbito autonómico, Pedro Irigoyen, director general de Gestión Económico-Financiera y Farmacia del Servicio Madrileño de Salud, ha destacado que asistimos a un entorno económico y jurídico especialmente complejo en el que «se ha logrado superar el peor momento de presión gracias en gran parte a la colaboración público- privada». Asimismo, Irigoyen ha explicado que «la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid sería favorable a estudiar una posible rebaja del IVA de los productos sanitarios, debido a que, si la comunidad autónoma paga un 21%, el sistema de financiación autonómico perjudica a la propia CCAA, que retorna solo en torno al 8%».
En esta mesa también ha participado Agustín Canales, vocal de la Junta Directiva de Fenin, quien ha señalado que «la aplicación de un IVA reducido con carácter permanente permitiría aumentar la ratio de gasto público en Sanidad en comparación con el PIB, que en España se encuentra por debajo de la media europea». Además, ha recordado que España es de los países de Europa con una mayor tasa de IVA para productos sanitarios.
Desde la visión de los pacientes, Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes ha explicado que esta reducción del IVA en el ámbito sanitario «respondería a una demanda que vienen solicitando las entidades de pacientes y beneficiaría a personas con enfermedades crónicas y sus familias, afectados, además de por la enfermedad, por la vulnerabilidad económica». Esta medida, ha subrayado, «permitiría mejorar el acceso y aliviar la situación de fragilidad sanitaria, social, económica que conlleva la situación de enfermedad y la crisis actual«.