Realizar un recorrido desde los primeros síntomas psicóticos, pasando por el control de los síntomas de la esquizofrenia o fase de estabilización, hasta la recuperación funcional en la esquizofrenia y el optimismo en la integración sociosanitaria, son algunos de los temas que se han abordado en los dos simposios “En busca de la recuperación del paciente”, organizados por Janssen.
Más de 150 psiquiatras se han dado cita en el simposio de San Sebastián, donde los expertos reunidos han intercambiado información acerca de los procesos para optimizar el tratamiento de la esquizofrenia y con el objetivo final de acabar con el estigma que produce la enfermedad mental.
“Desde el sistema sanitario estamos trabajando en mejorar la adherencia terapéutica con programas psicoeducativos, y también en disminuir el consumo de sustancias que agravan el pronóstico. De hecho, el consumo de drogas y la falta de adherencia van muchas veces de la mano”, señala la Dra. Ana González-Pinto, psiquiatra del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria y encargada de la apertura del simposio.
«Actualmente, no existen modelos predictivos que permitan pronosticar de manera individual, en cada paciente, el riesgo de futuras recaídas».
Estas iniciativas están en consonancia con proyectos como Di_capacitados, el documental que muestra el día a día de 14 personas que padecen esta enfermedad. En el marco del simposio, los expertos han señalado que tanto el manejo de las crisis agudas, como el tratamiento del mantenimiento deben centrarse en la recuperación funcional de la persona que sufre esquizofrenia, un objetivo que se sitúa en el medio y largo plazo.
Según el Dr. Pedro Sánchez, psiquiatra del Hospital Psiquiátrico de Álava y ponente de este simposio, “intervenir sobre la red de apoyo familiar y social del paciente para corregir distorsiones o las políticas activas de reinserción laboral y protección frente al estigma deben ser componentes fundamentales de este abordaje integral para la prevención de recaídas”.
Actualmente, no existen modelos predictivos que permitan pronosticar de manera individual, en cada paciente, el riesgo de futuras recaídas. No obstante, el Dr. Sánchez subraya que “se conocen algunos factores que pueden prever recaídas como son el consumo comórbido de drogas o factores de estrés ambiental, ligados a disfunciones en las relaciones interpersonales del paciente con las personas de su entorno familiar y social más estrecho”.
“La precocidad en el control de la recaída es clave así como la elección de un antipsicótico eficaz para la rápida remisión de los síntomas agudos de la esquizofrenia”, añade este experto.
En este sentido, el Dr. Sánchez señala que “hasta ahora solo el palmitato de paliperidona ha sido el inyectable que ha conseguido ejercer su función antipsicótica desde el primer día que es administrado. Lo que explica su eficacia en el control rápido y efectivo de la recaída y en la prevención de las mismas así como una buena tolerabilidad en la mayor parte de los pacientes”.
Control de síntomas
La esquizofrenia es una enfermedad crónica que requiere tratamiento a largo plazo. La prevención de las recaídas es uno de los factores clave para alcanzar la mejora del funcionamiento social de estos pacientes.
El Dr. Miguel Vega, psiquiatra del Hospital Ramón y Cajal y coordinador del simposio celebrado en Toledo señala que, “tras un primer episodio de esquizofrenia prácticamente todos los pacientes se recuperan pero tras un segundo brote, uno de cada seis pacientes no va a alcanzar el grado de recuperación y rendimiento previo. A mayor número de recaídas, peor pronóstico global en la evolución de la enfermedad”.
Los expertos reunidos en este simposio, donde se han dado cita 120 psiquiatras, consideran que el abordaje temprano y continuado en las fases tempranas de la enfermedad es clave. Según explica el Dr. Vega, “el cumplimiento y la adherencia al tratamiento minimizan el riesgo de recaídas, contribuye a mejorar la integración, minimizando el estigma y permitiendo una mayor normalización del paciente”.