La contaminación en las grandes ciudades es un problema con el que, por desgracia, nos estamos acostumbrando a convivir.
Sus efectos sobre la salud alcanzan su máximo exponente precisamente con las personas más sensibles, mujeres embarazadas, niños, pacientes crónicos y ancianos.
De esta forma, un reciente estudio liderado por CREAL, centro de investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), y publicado en la prestigios revista científica Epidemiology concluye que:
La contaminación del aire durante el embarazo se asocia a un retraso del desarrollo psicomotor en la infancia. Esta contaminación, sobre todo de dióxido de nitrógeno (NO2), procede mayoritariamente del tráfico rodado.
Para llegar a esta conclusión, se diseñó un estudio cuyo objetivo primordial era evaluar si la exposición a la contaminación del aire durante el embarazo afectaba al desarrollo psicomotor y cognitivo en los primeros años de vida.
El análisis se focalizó en los datos aportados por seis estudios europeos procedentes de Alemania, España, Francia, Grecia, Italia y Países Bajos. Para estos estudios se reclutaron parejas de madre e hijo entre 1997 y 2008. Se midieron los niveles de contaminación del aire, entre 2008 y 2011, incluyendo óxidos de nitrógeno (NOx), partículas con diámetros inferiores a 2.5μm (PM2.5), menores de 10μm (PM10) y de partículas intermedias (entre 2.5 y 10μm) y mediante modelos estadísticos se estimaron los niveles de contaminación del aire en las casas de las mujeres durante su período exacto de embarazo.
Los investigadores evaluaron el desarrollo psicomotor, así como el desarrollo cognitivo general y del lenguaje de casi 9.500 niños y niñas de entre uno y seis años de edad.
Observaron que la contaminación del aire durante el embarazo se asociaba negativamente con el desarrollo psicomotor, el cual disminuía de una forma global 0,68 puntos por cada incremento de 10microg/m3 de NO2.
Esta misma tendencia se observó en la mayoría de las regiones. Sin embargo, no se encontró asociación entre la exposición a contaminación del aire durante el embarazo y el desarrollo cognitivo general y del lenguaje.
Estos datos confirman de nuevo lo expuesto por otros estudios experimentales anteriores, los cuales sugerían la posibilidad de que la contaminación del aire pudiera tener un impacto en el desarrollo y maduración del sistema nervioso central en el niño.
La doctora Mònica Guxens, investigadora del CREAL y primera firmante de este estudio, destaca que los resultados de esta investigación «son importantes ya que es el primer estudio en el que se incluye una muestra grande de niños y niñas de diferentes países europeos en el que la contaminación del aire se ha medido de manera estandarizada en todas las regiones y donde el desarrollo cognitivo y psicomotor se ha recogido de forma prospectiva«.
Las conclusiones aportadas por este análisis son especialmente relevantes puesto que no solo permiten sensibilizar a la sociedad acerca de las consecuencias de la contaminación, sino que favorecen el desarrollo de programas de prevención que sin duda influenciarán positivamente en la salud de la población, especialmente en las edades y épocas más sensibles de la vida.