Destacados oftalmólogos de todo el país se han dado cita estos días en Retinnova, el principal foro científico sobre patología médica retiniana que Novartis impulsa con el objetivo de presentar las últimas novedades en el abordaje de las patologías de la retina y mejorar la calidad asistencial a los pacientes.
Los expertos señalan que se está produciendo un incremento de casos de Edema Macular Diabético (EMD), la principal causa de pérdida visual en el paciente con diabetes y de la necesidad de su abordaje multidisciplinar de estos pacientes. En España, 1 de cada 10 diabéticos sufre la patología, lo que supone más de 250.000 pacientes están afectados por la enfermedad en nuestro país.
“A diferencia de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), que ha sido nuestro caballo de batalla en los últimos años, el EMD suele afectar a pacientes más jóvenes. Además, la prevalencia de diabetes está aumentando de forma exponencial, de manera que también lo hace la prevalencia del EMD”, ha destacado la Dra. Marta S. Figueroa, Directora de Retinnova y Presidenta de la SERV (Sociedad Española de Retina y Vítreo).
El edema macular es una de las alteraciones incluidas en la retinopatía diabética y constituye una de las principales causas de pérdida de visión de estos enfermos. Puede aparecer tanto en la fase inicial de la retinopatía diabética, que se llama retinopatía diabética no proliferativa, como en fases avanzadas, la retinopatía diabética proliferativa.
El edema macular es una de las alteraciones incluidas en la retinopatía diabética y constituye una de las principales causas de pérdida de visión de estos enfermos.
El síntoma más frecuente del EMD, que se produce por la acumulación de líquido en la zona de la retina responsable de la visión central, es la pérdida de agudeza visual que a veces se manifiesta como una percepción distorsionada de las caras u otros objetos, lo que conlleva la imposibilidad de realizar tareas como leer, conducir o incluso reconocer a personas. Además de por la alta incidencia, su carácter invalidante la sitúa como una de la patologías retinianas de mayor importancia.
El diagnóstico debe realizarlo el oftalmólogo, quien aprecia el engrosamiento de la mácula mediante técnicas especializadas; también puede sospecharse mediante la exploración con oftalmoscopio, técnica que permite apreciar una zona de exudados amarillentos que rodean a la mácula, asemejándose a una corona.
Los expertos han destacado la necesidad de incrementar los controles oftalmológicos: “Lo más importante es hacer una revisión oftalmológica completa en el momento en que al paciente se le diagnostica diabetes, pues en muchos casos ya existen lesiones en la retina aunque no se presente ningún síntoma. Un diagnóstico y tratamiento precoz de las lesiones de la retina permite obtener los mejores resultados visuales”, ha puntualizado la Dra. Figueroa.
Además del diagnóstico precoz, también se ha recordado la importancia de un abordaje multidisciplinar del EMD para mejorar el pronóstico del paciente. “El tratamiento oftalmológico del EMD es insuficiente si no se acompaña de un control adecuado de la glucemia, de los niveles de colesterol y triglicéridos y del control de la tensión arterial. Es por ello que se requiere el trabajo coordinado de distintos especialistas”, ha explicado la Dra. Figueroa.
En el encuentro han suscitado gran interés los últimos avances en el manejo de la Oclusión de la Vena Retiniana (ORV), que representa la segunda causa de enfermedad vascular de la retina después de la diabetes. “Además de los tratamientos disponibles, es importante fomentar el control de la tensión arterial, la pérdida de peso y la lucha activa contra el sedentarismo”, concluye la Dra. Figueroa.