Expertos demandan una mayor humanización en la atención a pacientes con problemas de salud mental

La Fundación Manantial celebra su XVII Jornada Anual ‘El respeto a los derechos humanos en la atención a la salud mental’

A pesar de las voces de alarma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad se siguen produciendo violaciones de los derechos humanos en el ámbito de la atención a las personas con problemas de salud mental. A menudo, también en nuestro país, “los abusos son el resultado de prácticas erróneas y de políticas y leyes que no se aplican adecuadamente”, señala Francisco Sardina, presidente de Fundación Manantial.

Este viernes, la Fundación Manantial celebra su XVII Jornada Anual ‘El respeto a los derechos humanos en la atención a la salud mental’ en el auditorio de CaixaForum (Madrid). “La finalidad es reflexionar acerca de las prácticas de los profesionales que trabajamos en salud mental para lograr que nuestras intervenciones profesionales estén alineadas con el pleno respeto a los derechos humanos”, detalla Helena de Carlos, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Fundación Manantial.

 

Según Javier Romero, psiquiatra y director de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, “el abordaje efectivo de estos pacientes implica dar un giro hacia una labor más de cuidados que de custodia; incrementar la oferta psicoterapéutica durante el ingreso; ofrecer más garantías en las decisiones de representación e incorporar la figura del defensor en este proceso; y acometer cambios estructurales que reduzcan el estrés ambiental provocado por la poca flexibilidad para tener un espacio más privado”.

Uno de los puntos críticos desde la perspectiva de los derechos humanos y de la mejora de la humanización de la asistencia sanitaria es el uso de contenciones físicas. Según el psiquiatra, “las contenciones en sí están obsoletas y atentan contra los derechos humanos, son la muestra de un fracaso en el proceso de cuidar a una persona en crisis”. El psiquiatra añade que “los protocolos de contenciones deberían contemplar medidas más garantistas, como incorporar el aviso al familiar o representante”.

Desde Fundación Manantial coinciden en que la tendencia debería ser cero contenciones físicas: “Es una experiencia que, en palabras de los usuarios y las familias, resulta muy traumática. Como profesionales que trabajamos cerca de las personas y no solo desde los espacios sanitarios, tenemos la responsabilidad de formarnos y abordar nuestro trabajo desde una ética de los cuidados, en espacios adecuados y con protocolos que cuiden el trato, la escucha y la empatía con las personas que sufren”.