Ofelia de Lorenzo: «Es fundamental que los profesionales sanitarios conozcan sus derechos»

Entrevista con Ofelia de Lorenzo, Socia – Directora del Área Contenciosa en «De Lorenzo Abogados» y miembro del Steering Committee del Instituto ProPatiens, sobre los derechos de los profesionales sanitarios

¿Los profesionales sanitarios que se siguen enfrentando cada día a la crisis del coronavirus conocen sus derechos?

Los profesionales sanitarios han sido el sector más expuesto y comprometido, estando en primera línea de atención y asistencia, siendo altamente vulnerables al contagio y a los que se les debe un merecido reconocimiento y agradecimiento. Por ello, se hace imprescindible apoyar la labor profesional de los profesionales sanitarios.

No obstante, la epidemia de coronavirus ha cambiado de forma dramática el escenario sanitario, pero también el social y el económico.  Por ejemplo, la incapacidad temporal no ha sido ajena a este cambio y ha modificado de forma especifica la protección de los profesionales sanitarios en esta situación, otorgando una mayor protección en su prestación económica, y adquiriendo además una “cobertura preventiva” no señalada hasta este momento para las enfermedades que no fueran profesionales. Y queda mucho por hacer para reconocer los derechos de los profesionales sanitarios

La importancia y auge del Derecho Sanitario resultan, hoy en día, incuestionables. Que los profesionales sanitarios conozcan sus derechos es fundamental. Como pasó con los pacientes.

¿Crees que están recibiendo asesoramiento jurídico?

Que los profesionales sanitarios conozcan sus derechos es fundamental. Como pasó con los pacientes. La importancia y auge del Derecho Sanitario resultan, hoy en día, incuestionables como lo demuestran circunstancias tales como la gran producción normativa en materias encuadrables dentro del derecho sanitario, la discusión teórica y práctica por parte de la doctrina y la jurisprudencia sobre las diversas cuestiones atinentes al derecho sanitario, la impartición de masters y cursos de especialización, en definitiva, se exige en la actualidad más especialistas en derecho sanitario.

 

¿En De Lorenzo Abogados ofrecéis este asesoramiento para este tipo de profesionales?

De Lorenzo Abogados fue fundado en 1955 como primera Firma legal dedicada al Derecho Sanitario de forma especializada e integral, comprendiendo los sectores médico, odontológico, farmacéutico, veterinario y de enfermería, abarcando en cada uno de ellos tanto las relaciones con la Administración, como los litigios entre particulares.

Nuestro despacho profesional tiene un firme compromiso con el sector sanitario desde hace más de medio siglo ofreciendo a nuestros clientes, entre los que de forma notoria destacan los profesionales sanitarios soluciones de asesoramiento y defensa.

Por ello y ahora más que nunca, estamos cerca de los profesionales y pacientes que necesitan asesoramiento, ver reconocidos sus derechos y – sobre todo – ejercerlos en libertad.

¿Ha cambiado o evolucionado el derecho sanitario en consecuencia de la pandemia? ¿La actual legislación ampara a los trabajadores sanitarios de forma correcta?

Por supuesto, la epidemia de coronavirus ha cambiado de forma dramática el escenario sanitario, pero también el social y económico, por ejemplo en materia sobre los derechos y obligaciones del paciente consagrados en la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, se va necesitar una estrategia enfocada a trazar un marco ético-jurídico que de respuesta global a todas las grandes crisis sanitarias que puedan presentarse en el futuro, cambiando las actuales incertidumbres por mínimas certezas.

Es nuestra labor como juristas con reconocida tradición y experiencia caminar junto con el sector para adaptarnos a la legislación nueva establecida en este periodo excepción la de Estado de Alarma y asistir de forma correcta a todos.

La epidemia de coronavirus ha cambiado de forma dramática el escenario sanitario, pero también el social y económico, por ejemplo en materia sobre los derechos y obligaciones del paciente

Ojalá de todo esto, al menos, saquemos un aprendizaje que sea la capacidad de ver más allá del profesional y ver a la persona, y eso permita que, a la hora de valorar el trabajo, se piense no solo en el sanitario, sino en el ser humano.

¿Qué consecuencias legales tiene la crisis del coronavirus para el sector sanitario? y para el país en general?

Hoy comprendemos mejor que nunca las limitaciones de la ciencia y, sobre todo, las carencias con las que cuentan nuestros profesionales sanitarios y, por tanto, valoramos mucho más el trabajo de cada uno de ellos está desempeñando estos días; están dando lo mejor de sí mismos para ayudarnos a salir de esta gravísima crisis de salud pública. Una crisis que, como nos recordaba el Comité de Bioetica de España en su Informe del pasado 25 de marzo, no es económica, ni educativa, ni social; es una crisis de salud pública que trae vinculada una crisis sanitaria cuyas consecuencias están siendo extremadamente graves.

Ojalá de todo esto, al menos, saquemos un aprendizaje que sea la capacidad de ver más allá del profesional y ver a la persona, y eso permita que, a la hora de valorar el trabajo, se piense no solo en el sanitario, sino en el ser humano.

Lamentablemente y a pesar del esfuerzo titánico que todos los españoles estamos haciendo para vencer a esta pandemia, los juristas y gestores sanitarios ya escuchamos a lo lejos tambores de guerra de los múltiples conflictos jurídico-sanitarios que se avecinan, catalizados por falta de recursos, errores en planificación y previsión, y por la opacidad en la información.

En materia de responsabilidad profesional sanitaria, auspiciada por el dolor de la pérdida de seres queridos y la falta de comprensión de cómo y por qué ha pasado. En materia de riesgos laborales, por cómo nuestros profesionales sanitarios se han visto expuestos al riesgo sin contar con la adecuada protección y, sobre todo, en materia de responsabilidad patrimonial y de la Administración, litigiosidad por la gestión que de esta crisis se ha hecho.

No cabe duda de que una parte importante de estos conflictos pudieran estar más que justificados. Ahora bien, no podemos olvidar que los diferentes sistemas que la sociedad ha buscado como mecanismos de solución del conflicto siempre han generado dos posiciones: la del “perdedor” y la del “ganador”, y ahora mismo, ni uno solo de nuestros ciudadanos merece una sola pérdida más.

Resolver los conflictos que se avecinan, en un contexto tan complejo como el sanitario, hacerlo de modo directo, al margen de los Tribunales, con menos costes, con agilidad, con sencillez y a través del diálogo, es todo un reto al que ahora más que nunca es preciso dar respuesta.

Ojalá esta crisis nos ayude a humanizar todas nuestras relaciones, en las que incluyo que, a la hora de resolver conflictos sanitarios, se valoren métodos alternativos de solución de los mismos, como puede ser la negociación sanitaria o la mediación sanitaria, donde, más allá de la judicialización, lo que se busca es el mutuo entendimiento. Porque muchas veces tras una debida explicación, comprender y empatizar, ofrecer una disculpa y asumir una situación, ya por sí solo supone una victoria.