En el corazón de un sistema sanitario impregnado de retos que afrontar

En la actualidad, el sector sanitario enfrenta un desafío doble: integrar las innovaciones tecnológicas de manera equitativa y asegurar que todos los pacientes tengan acceso a ellas, todo mientras se mantiene la eficiencia financiera y operativa.

Este desafío implica no solo adoptar nuevas tecnologías sino también reevaluar y adaptar las estructuras de asistencia médica para garantizar que cada paciente reciba el cuidado que necesita de manera justa y efectiva.

¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el Sistema Sanitario?

  • Equidad en el acceso a la innovación

La equidad en el acceso a la innovación es crucial. Con la llegada de terapias avanzadas, como la terapia génica para tratar enfermedades como la talasemia, es fundamental garantizar que todos los pacientes, independientemente de su ubicación geográfica o situación económica, tengan acceso a estos tratamientos revolucionarios. Esto implica no solo hacer estos tratamientos disponibles sino también asequibles, lo que requiere una reestructuración de los modelos de financiación por parte de los entes gubernamentales y privados.

  • Accesibilidad al Sistema Sanitario

La accesibilidad al sistema sanitario es otro pilar fundamental. La implementación de tecnologías digitales como la telemedicina ha demostrado ser una herramienta valiosa para mejorar el acceso, especialmente en áreas rurales o para pacientes que, por razones de salud o logística, no pueden desplazarse. Sin embargo, para que estas herramientas sean efectivas, deben estar integradas en un sistema que también promueva la interacción humana y el soporte personalizado cuando sea necesario.

  • Suficiencia financiera y eficiencia en la gestión

Mantener la suficiencia financiera mientras se adoptan tecnologías costosas es un desafío considerable. Los sistemas de salud deben equilibrar los costes iniciales de la implementación de nuevas tecnologías con los beneficios a corto, medio y largo plazo, como la reducción de hospitalizaciones, mejora de la adherencia terapéutica, impulso al seguimiento y monitorización de los tratamientos crónicos, etc… Esto requiere una gestión eficiente que pueda prever y adaptarse a las necesidades cambiantes de recursos sin comprometer la calidad del cuidado.

  • Importancia del paciente y la relación Médico-Paciente

En el corazón de la asistencia médica está la relación entre el paciente y el profesional sanitario. La tecnología debe servir como un puente que fortalezca esta relación, no como una barrera. La educación continua y la capacitación en nuevas tecnologías para los profesionales de la salud son esenciales para mantener esta dinámica, asegurando que la tecnología se utilice de manera que enriquezca la consulta y el diagnóstico médico.

  • Adecuación de las infraestructuras

Adaptar las infraestructuras existentes a las necesidades actuales y futuras del paciente es otra necesidad imperativa. Las instalaciones médicas deben ser capaces de soportar tecnologías de vanguardia y, al mismo tiempo, ser accesibles y acogedoras para los pacientes. Esto no solo se refiere a la capacidad física de albergar tecnología avanzada sino también a la habilidad de crear un ambiente que promueva la curación y el bienestar.

  • Cooperación entre Agentes Sanitarios

La colaboración entre los diferentes actores del sistema sanitario, tanto públicos como privados, es vital para el éxito de cualquier iniciativa de salud. Esto incluye compartir conocimientos, recursos y estrategias para abordar los problemas de salud de forma colaborativa. La cooperación puede llevar a mejoras en la eficiencia y a la reducción de duplicaciones innecesarias en el cuidado, optimizando así el uso de los recursos disponibles.

  • Formación en nuevas habilidades

Finalmente, la disrupción digital exige una redefinición de las habilidades necesarias en el ámbito de la salud. La capacitación continua en el uso de nuevas tecnologías y en la interpretación de grandes volúmenes de datos es esencial para que los profesionales de la salud puedan ofrecer los mejores cuidados posibles. Además, esta formación debe extenderse también a los pacientes, quienes, informados y capacitados, pueden jugar un papel más activo en la gestión de su salud.
En conclusión, la integración de la tecnología en el sector de la salud ofrece enormes oportunidades para mejorar la calidad y la eficiencia del cuidado. Sin embargo, solo a través de un compromiso con la equidad, la educación, la colaboración y la innovación continua podemos asegurar que los beneficios de la tecnología digital sean accesibles para todos los pacientes, sin excepción.

Dr. Fernando Mugarza (PhD, MD, MBA)
Vicepresidente, Instituto ProPatiens.

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